El mal del sueño

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Africa... ¿mía?

Uno de los principales referentes de la Escuela de Berlín -el movimiento artístico más interesante del nuevo cine alemán-y conocido en la Argentina gracias a la exhibición de Bungalow (2002), Windows on Monday (2006) y esta película en distintas ediciones del BAFICI, Ulrich Köhler narra en su tercer largometraje las historias de vida de tres médicos europeos afincados en Camerún.

Lejos del oportunismo, de los dictados de la corrección política o de la explotación del pintoresquismo del Tercer Mundo, el talentoso realizador germano expone en todas sus facetas las contradicciones íntimas de los protagonistas.

Köhler -que ha recibido un fuerte espaldarazo de la Berlinale, donde ganó el año pasado por este film el premio al mejor director- es un experto en temas africanos y, más aún, de la labor de las ONGs internacionales que se ocupan allí de tareas humanitarias, ya que sus padres trabajaron muchos años en Zaire como voluntarios y con su hermano se crió en un pueblo perdido del Congo, donde su madre era también la maestra del lugar.

El mal del sueño se centra en los derroteros de tres médicos: uno alemán (Pierre Bokma), uno francés (Hippolyte Girardot) y otro de origen africano pero residente en París (Jean-Christophe Folly). Si bien expone ciertos riesgos del trabajo en zonas marginales o la corrupción gubernamental en el manejo de los fondos de ayuda financiados desde el exterior, la película se concentra en las fuertes tensiones internas de los europeos afincados en Africa, en la atracción que les provoca el continente y su gente, pero también en las dificultades que se les genera a la hora de sostener vínculos afectivos y familiares.

Un relato bello, sensible y tragicómico a la vez -que no le teme al riesgo, a la experimentación, al absurdo, a lo onírico y a lo surreal- sobre la difícil integración entre dos mundos opuestos.