El hombre inconcluso

Crítica de Jesús Rubio - La Voz del Interior

Lejos del vicio indie y la nadería argumental de las producciones de bajo presupuesto del cine argentino más reciente, El hombre inconcluso, la opera prima de Matías Bertilotti, se mete con un tema complicado de nuestra historia para convertirlo en un policial de provincia honesto y comprometido, que aborda la cuestión de la identidad con los códigos de un género preciso y difícil de ejecutar.

La película protagonizada por Carlos Santamaría, Gastón Ricaud y Nicolás Pauls siembra el misterio sin manipular al espectador, respeta la historia que quiere contar (y a sus personajes) y enmarca los elementos del policial en una estructura narrativa que va del presente al pasado (y viceversa) sin entorpecer el discurrir de la narración.

La acción transcurre en Carmen del Sauce, un pueblito de Santa Fe en el que aparece un cuerpo flotando en el río. El comisario Ignacio Rodríguez (Carlos Santamaría) llama a la policía para pedir la captura del oficial Julián Gianoglio (Gastón Ricaud), quien, perplejo por la noticia, dice no tener nada que ver con el crimen del que se lo acusa.

Julián reconoce el nombre de su pueblo natal, desde el que lo llaman, y decide viajar para investigar personalmente el caso. Cuando llega, se encuentra con un pueblo conmocionado por el asesinato de Alberto Müller, el Alemán (Ernesto Claudio), uno de sus habitantes más viejos.

A medida que el misterio comienza a desenvolverse, Julián descubre que el sospechoso desapareció y que tiene su mismo nombre, lo que hace que todo se torne confuso. Julián y el comisario visitan a los vecinos para hacerles una serie de preguntas acerca de un viajero que estuvo en el pueblo en esos días.

Una semana antes de que el cuerpo del Alemán apareciera flotando en el río, a Carmen del Sauce llegó el otro Julián Gianoglio (Nicolás Pauls), una especie de mochilero que solamente fue a hacer un trámite en el registro civil y a sacar fotos, sin ningún otro propósito claro.

Quienes lo acercaron en camioneta desde la ruta hasta el bar del pueblo fueron el Alemán y Reinaldo (Víctor Laplace), los dos veteranos del lugar. Pero fue el Alemán quien se hizo amigo de Julián, a quien lo invitó a su casa para mostrarle unas fotos que sacó su padre hace mucho tiempo atrás.

La película se encarga de ir intercalando lo sucedido con Julián, esa semana anterior, con la investigación llevada adelante por el oficial, quien intenta a toda costa resolver el enigma de su nombre duplicado y dar con la verdad.

El hombre inconcluso es un policial directo y efectivo, que mantiene el suspenso con una ejecución digna y con buenas intenciones, sin ninguna pretensión más que la de contar una historia en clave de un género crudo y duro, y cuya temática de fondo se conecta con el infierno vivido en la última dictadura cívico-militar.

Es un prometedor debut el de Matías Bertilotti, quien también se encarga del guion. Y es un punto a favor para el cine argentino que el director haya decidido empezar con un policial en el que los personajes importan tanto como la historia.