El hijo buscado

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Más allá de la entrada en vigencia de la nueva Ley de Adopción, lo cierto es que las trabas burocráticas que propone la justicia para acercar a las personas que desean iniciar y tener la posibilidad de ser padres, son enormes.
No es el tema de una crítica cinematográfica, plantearse la incongruencia mayúscula de un sistema que parece obstinado en bloquear la posibilidad de un encuentro entre necesidades: un adoptante y una criatura o niño que necesita familia. Pero si no tenés este concepto presente, "El hijo buscado" corre el riesgo de parecerte un thriller común, cuando su realidad está íntimamente basada en hechos reales.
La situación que plantea Daniel Gaglianó (en su primer largo de ficción) es la de muchas parejas que en Argentina quieren adoptar hijos y la justicia no facilita ni agiliza los medios para que eso suceda. Eligen tomar una decisión al margen de la ley.
La historia nos presenta a Alvaro (Rafael Ferro), quien cansado de la situación, decide tomar un camino distinto, viajar al Norte para resolver el problema: encontrar allí en la vía ilegal, la posibilidad de encontrar un hijo para satisfacer sus ansias de ser padre.
Para un hombre de ciudad, la realidad rural no es sencilla, más cuando lo que se busca es tan específico. Gagliano trabajó mucho el guión y eso se nota en los pequeños detalles, esos que hacen la diferencia cuando el relato avanza. En esta búsqueda que nuestro protagonista encara, no tiene idea de lo que va a enfrentar. Alvaro la pasará mal y deberá resolver cuestiones para las que no parece estar preparado, moviéndose en terreno hostil. Recordemos que la zona de la Triple Frontera, donde el film fue rodado, es un espacio donde la trata de personas está arraigada con fuerza.
"El hijo buscado" está filmada con oficio, hay en ella un minucioso trabajo de investigación que lo transforman en un drama social con la estructura de thriller clásico. Ferro hace una gran composición y el espectador se adentra en la trama, de forma natural e inmediata. María Ucedo, la esposa del protagonista, también regala una gran actuación, aunque su participación sea menor.
En el debe, quizás el desarrollo de algunos planteos morales que la cinta abre, no alcanzan una dimensión importante por la falta de profundidad de quienes acompañan al personaje principal.
Por otra parte, el tema de la cámara cenital que sigue a Alvaro, a veces no nos parece un buen recurso para acompañarlo durante tanto tiempo (aunque entendemos el porqué) y los secundarios terminan siendo, más fondo que forma.
Pero "El hijo buscado" es un gran hallazgo para el cine nacional. Trae una problemática real y la ficcionaliza con personalidad. Aprobadísima.