El grillo

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

Matías Herrera Córdoba dirige su primer largometraje de ficción y se centra en una historia pequeña que recae sobre tres personajes. Prácticamente una sola locación es suficiente para plasmar esta pequeña historia, muy teatral, pero donde el teatro no sólo inspira al film sino que vive dentro de él.
Dos mujeres y un hombre que ocasionalmente entra a la casa.
Una actriz del under que ama y reniega de su trabajo. Una mujer viuda que de repente no encuentra a su gata, y se va a pasar la película buscándola y preguntándose por ella. Y un jardinero y ocasional amante. Entre los tres se dibuja algo más que un triángulo, se generan momentos de intimidad agobiante y a veces fluyen entre ellos profundas (y muy poéticas) conversaciones sobre la vida, el teatro, el cine, la muerte.
Se respira teatro toda la película. Los actores hablan como si estuvieran actuando sobre un escenario. Pero más allá de este detalle, no nos aleja como espectadores, no provoca distancia. Quizás esto radique en la forma que se tiene de contar esta película, una historia pequeña pero cargada de emociones y reflexiones, a veces subrayadas por sus personajes y otras, como ese final en el que se abre una puerta y se encuentra lo que estaba perdido, más abiertas a la interpretación del espectador, otro tipo de observador.
Actuada de manera sublime especialmente por las dos mujeres, María Pessacq y Galia Kohan, El grillo transmite diferentes sensaciones a lo largo del film, pero en general está cargado de nostalgia y melancolía. Más allá de sus bellas imágenes y un texto poético y que carga el peso de la película, por momentos se la percibe muy solemne.
La casa como algo más que un hogar, que debería brindar calidez, acá empiezan a sentir que los encierra a los personajes, sobre todo cuando una tormenta parece avecinarse. El grillo es una pequeña película, en este caso filmada con cámara en mano pero de manera muy prolija y con una puesta en escena muy cuidada. Los diálogos cuidados hasta el extremo y las actuaciones de estas dos mujeres son el plato fuerte de una película que homenajea a su manera al cine de Ingmar Bergman.