El ganador

Crítica de Natalia Trzenko - La Nación

Una historia entretenida en la que se destacan las actuaciones de Christian Bale, Mark Wahlberg, Melissa Leo y Amy Adams

Las películas centradas en el mundo del boxeo suelen hablar más sobre las familias y sus integrantes dedicados a él que sobre el deporte en sí. Toro salvaje , Rocky , Million Dollar Baby son representantes ejemplares de este concepto, además de ser, por la combinación de elementos argumentales, visuales y actorales, grandes films. El ganador pertenece a esta categoría.

Inspirada por la historia real de la vida del boxeador norteamericano Micky Ward, la película dirigida por David O. Russell ( Tres reyes ) retrata un ambiente, un grupo de gente y un lugar que quedaron excluidos del sueño americano aunque no por eso dejan de perseguirlo. La salida de Lowell, Massachusetts, para los Ward es la habilidad boxística de Dicky (Christian Bale), el hijo mayor de una madre prolífica y aterradora que no parece darse cuenta de que el hombre perdió el tren y sólo vive de su leyenda construida a partir de una pelea con el campeón Sugar Ray Leonard que ni siquiera ganó.

El film comienza con Dicky hablando a mil kilómetros por hora, -tan divertido como patético-, para la cámara de un documental que, dice, le permitirá conseguir su esperado/necesitado regreso. Pronto se lo adivinará fuera de cuadro, molestando a su hermano Micky (Mark Walhberg), revoloteando como una mosca hasta hacerlo reaccionar. Un instante que resume los roles asumidos y sostenidos en el trama por los actores que interpretan a los hermanos Ward. Por un lado, está Bale como el hiperkinético Dicky, pura emoción y muy poca razón, un hombre vencido que no se da por enterado de que la pelea terminó para él, engatusado por su propia leyenda y su adicción a las drogas. Un papel que el actor de Batman interpreta como una fuerza centrífuga que destruye su propia vida y las de lo que lo rodean con gestos grandilocuentes pero al mismo tiempo tan cargados de vulnerabilidad. Desde el otro extremo del espectro actoral lo espera, lo mira, lo aguanta Wahlberg con una interpretación tan sutil que si no se la observa detenidamente pasa inadvertida frente a los fuegos artificiales que dispara Bale cada vez que aparece en pantalla. Lo mismo ocurre con Melissa Leo, como la despiadada madre de los Ward, negadora patológica de la adicción de Dicky y sus más convencida defensora, y Amy Adams que tiene la difícil tarea de interpretar el papel de la antipática, peleadora y ambiciosa novia de Micky. Ambas, juntas y por separado, casi consiguen robarse una película que cuenta con un guión efectivo, aunque por momentos roce el melodrama, además de un trabajo de fotografía -a cargo de Hoyte Van Hoytema ( Criatura de la noche )-, y edición (Pamela Martin), notables.

Film con múltiples nominaciones al Oscar, El ganador , seguramente podrá quedarse con las estatuillas de mejor actriz y actor de reparto para Leo y Bale, respectivamente. Pero más allá de los premios para ambos, el mayor mérito del film es su conmovedor retrato de una familia siempre preparada para dar y saber recibir las piñas.