El ganador

Crítica de Javier Porta Fouz - HiperCrítico

La decepción de la semana fue El ganador (The Fighter, 8 nominaciones al Oscar), de David O. Russell, película por la que –dicen– Melissa Leo tiene buenas chances de obtener el Oscar a la mejor actriz de reparto, y Christian Bale aún mejores posibilidades de llevarse el de mejor actor de reparto. Más allá de que lo de Bale es un protagónico, su actuación es innegablemente llamativa. No sé si eso es del todo bueno para una película: a una actuación podría pedírsele que se ensamble mejor en el todo; de hecho, en la misma película hay una gran actuación intensa menos solipsista que la de Bale: la de la felina pelirroja Amy Adams. ¿Por qué la decepción frente a la película? Porque creo que detrás de su apariencia de película de boxeo hay un soterrado desprecio hacia las películas de boxeo. Así, El ganador es mucho más una historia de conflictos familiares filmada en buena medida en interiores, con discusiones, sí, bien actuadas, sin nada especial, sin especial profundidad, con los momentos de boxeo reducidos a breves secuencias (que no están mal, pero no son el corazón del relato), y hasta con los entrenamientos filmados distraídamente. The Fighter es tenue, opaca, con déficit de grandeza cinematográfica, con algo de telefilm no demasiado inspirado y bastante literal, sin metáfora, como los se muestran fragmentariamente en la película. El mejor relato de boxeadores salido de Hollywood en los últimos años sigue siendo Rocky Balboa (2006), de Sylvester Stallone.