El exótico Hotel Marigold 2

Crítica de Gustavo Castagna - Tiempo Argentino

Con buenos actores no basta

La segunda parte de esta historia protagonizada por un gran elenco muestra signos de agotamiento. Un guión poco relevante que se convierte en un pasatiempo menor.

Cuando en 2011 se estrenó la primera parte de una historia protagonizada por veteranos intérpretes británicos observando azorados la forma de vida y las costumbres de la India, los resultados de la película no iban más allá de un entretenimiento liviano donde el cruce cultural se manifestaba desde alguna situación graciosa hasta un conjunto de chistes xenófobos de efímero impacto. Poco podía esperarse de un mediocre director como John Madden (Shakespeare apasionado, La mandolina del capitán Corelli) retornando al mismo paisaje con similares intenciones a las del film anterior acompañado de un plantel actoral que ahora se duplica en número. El mismo hotel pero ya con la posibilidad de abrir otro, un idéntico dueño rendido al flematismo y al sarcasmo británico, los viejos ingleses que siguen viendo a esa India for export como un gran paraíso, una boda donde entrarán en choque las dos culturas y la reiterada letanía argumental de la primera de la saga ahora en versión amplificada junto a esos paisajes obscenos de Nueva Delhi y Bombay exhibidos como carnada de una compañía de turismo. Madden invierte dos horas para contar todo lo anterior (es decir, poco y nada en relación con el film inicial), ya excedido en metraje y sólo sosteniendo la historia a través de un grupo actoral que aún representa años y años de tradición teatral y cinematográfica parida en Inglaterra. A esta altura, con un guión tan poco relevante que permite una lectura subliminal sustentada en una mirada colonialista que añora territorios ajenos y expropiados, El excéntrico Hotel Marigold 2 sólo vale como pasatiempo menor debido a su team actoral donde vuelven a triunfar Judi Dench (Evelyn Greenslade), Maggie Smith (Muriel Donnelly) y Celia Imrie (Magde Hardcastle). Pero la película suma a Richard Gere, aun en un papel de pocos minutos pero importante para justificar alguna vuelta de tuerca de un relato desvaído. ¿El intérprete de American Gigoló y Pretty Woman será cabeza de reparto de una más que posible tercera vuelta por las instalaciones del hotel Marigold?