El exorcismo de Dios

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Extraña coproducción entre Estados Unidos, México y Venezuela. Película de exorcismo que intenta, con mucho esfuerzo, darle una vuelta de tuerca al tema de los exorcismos en el cine. Una tarea difícil porque si hay un tópico que no puede hacerse con éxito es justamente ese. Cuando en 1973 se estrenó El exorcista, dirigida por William Friedkin, la vara quedó tan alta que todas las siguientes películas parten con una desventaja insalvable.

Cuando los niños de un pequeño pueblo mexicano comienzan a morir de posesión demoníaca, los habitantes buscan la ayuda de Peter Williams, un sacerdote norteamericano marcado por un exorcismo que salió mal. Si bien Williams es considerado un santo entre sus feligreses, su primer encuentro con el diablo le ha dejado una marca para siempre. Su desafío es entonces doble, ya que no sabe si podrá estar a la altura del desafío mientras lo acosan los traumas de su pasado.

Hay, como mencionamos, búsquedas, intentos de que las escenas no sean la clásica rutina ya conocida. Esto no es suficiente de ningún modo, sólo marca que hubo una intención. Es hora de pensar seriamente en no hacer más películas de exorcistas si no se tiene una obra maestra entre manos.