El estudiante

Crítica de Diego Maté - HaciendoCine

La política por otros medios

Acreedora del Premio Especial del Jurado de la Competencia Internacional, y ovni que introduce la política universitaria en el cine argentino, El estudiante fue una de las más gratas sorpresas de este BAFICI 13.

La acusación que muchas veces recibió el Nuevo Cine Argentino de una supuesta falta de compromiso político siempre fue torpe e infundada. La política es más que discursos, agitar banderas o vociferar consignas. El estudiante, que se pudo ver en la competencia internacional del último BAFICI, es una película que habla y practica la política por canales múltiples. Uno de esos canales es el hecho de elegir recorrer un mundo nuevo, el de la universidad, terreno desconocido para el cine argentino de cualquier época, ahora abordado y observado por Santiago Mitre sin ánimos reduccionistas: su cámara escruta pasillos, aulas, alumnos y docentes siempre con la conciencia de estar haciendo un recorte, sin intentar agotar la riqueza de su objeto ni hacer sociología fácil. Otra es la imagen que se construye de la militancia. Lejos del cine edulcorado de los 80, El estudiante entiende la política no como un ejercicio impoluto y meramente discursivo sino como una actividad corporal, diaria, constante. Meterse en la militancia universitaria implica conocer el barro, trazar alianzas, pactos, idear traiciones, anticipar movimientos. Las caras que filma Mitre dejan ver las huellas de ese desgaste: rostros cansados, demacrados, acostumbrados al café, al mate, al frío de las aulas de la UBA o a los amores fugaces. Por último, El estudiante actúa de manera política cuando elige contar una historia entremezclando género y modernidad. Relato iniciático, la película de Mitre encuentra su tono justo entre el nervio de los géneros y la libertad contemplativa y narrativa del cine contemporáneo. Mitre forja su película tomando lo mejor de cada universo sin preocuparse por atentar contra ambos. Personal, cruda, novedosa, El estudiante es, seguramente, felizmente, la primera película argentina en pensar la política con tanta altanería y lucidez.