El escándalo

Crítica de Marcos Ojea - Funcinema

FOX NEWS, LOS REPUBLICANOS Y EL PATRIARCADO

Un año antes de las acusaciones de abuso sexual contra Harvey Weinstein, y del movimiento #MeToo que surgió en consecuencia, el por entonces director ejecutivo de Fox News, Roger Ailes, fue demandado por Gretchen Carlson, una ex presentadora del canal que alegó haber sido despedida tras negarse a los avances sexuales por parte de Ailes. A esta acusación se sumaron los relatos de varias mujeres que dijeron haber sido acosadas por Ailes durante su paso por Fox News, entre ellos el de la presentadora estrella Megyn Kelly, lo que derivó en la desvinculación del ejecutivo del canal que supo fundar en 1996.

El escándalo da cuenta de estos eventos tomando como eje las historias de las mencionadas Gretchen Carlson y Megyn Kelly, interpretadas respectivamente por Nicole Kidman y Charlize Theron, y le suma un personaje ficticio, Kayla Pospisil, que en la piel de Margot Robbie viene a representar a las mujeres que, en carrera por el reconocimiento dentro de Fox News, sufrieron el acoso de Roger Ailes (interpretado por un muy caracterizado John Lithgow, a mitad de camino entre el verdadero Ailes y el Churchill de Gary Oldman).

Con el director Jay Roach al volante, la película exhibe, en principio, una narrativa visual deudora de La gran apuesta (y es interesante observar cómo realizadores efectivos de la comedia como Adam McKay o el mismo Roach deciden abordar el drama y la denuncia y terminan tropezando), pero con el correr de los minutos abandona la propuesta y elige un camino sin riesgos. Cierta ligereza, que podría pasar por irrespetuosa teniendo en cuenta el tema de fondo, pero que en verdad no lo es, le da ritmo y oxígeno a un relato que se agota y aburre cuando empieza a subrayar su discurso y las alarmas panfletarias empiezan a sonar. Y es que, si bien la posibilidad de visibilizar las denuncias por acoso sexual es una cuestión urgente y sobre todo necesaria, el cine de ficción gana cuando es sutil e inteligente, cuando representa sin atropellar ni gritar ni sobre explicar, y cuando expone contradicciones y complejidades en un espacio donde no todo (ni para todos) es tan fácil como blanco o negro.

En el caso de El escándalo, estas contradicciones son cuanto menos llamativas, porque las denuncias surgen en un medio conservador, abiertamente republicano y defensor de determinados valores del american way of life, donde ser feminista es algo desafortunado y no recomendable, y en donde un entorno atravesado por el machismo suma víctimas pero también cómplices. La película de Roach se inscribe en un contexto político donde Fox News es un actor decisivo en la elección de Donald Trump como presidente, y la lucha de unas presentadoras lindas, rubias y queridas por una audiencia que las ve como mercancía (también con sus contradicciones personales a la hora de enfrentarse a la verdad), contra un hombre que es la representación misma del poder, termina por convertirse en un auténtico acto revolucionario.

Hacia el final, lamentablemente, El escándalo apila acontecimientos y se precipita a las apuradas para concluir de manera tranquilizadora, salvándose apenas por la decisión de evitar la solemnidad la mayor parte del tiempo. Una notable Charlize Theron y una efectiva Margot Robbie contrapesan la actuación deslucida de Nicole Kidman (hay que aceptar que el guión de Charles Randolph no hace las mejores maniobras con la figura de Gretchen Carlson), y es la presencia de estas dos actrices y sus matices a la hora de abordar a sus personajes lo que mantiene el interés en un film que, al igual que el tema que trata, se anota algunas victorias pero con eso no alcanza. Más allá de El escándalo, la lucha continúa.