El día que resistía

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

Alessia Chiesa presenta “El día que resistía”, primer largometraje, que ha transitado, antes de llegar al MALBA, por festivales como Berlín y Mar Del Plata, entre otros, proponiendo un viaje sensorial y emotivo hacia la infancia, desde el punto de vista de tres hermanos que quedan a la deriva en medio de un proceso de duelo, valiéndose de sí mismos para seguir adelante.

Chiesa reposa la cámara en los espacios en los que, de manera natural, jerarquías delimitan funciones y acciones, construyendo un nuevo tiempo de relato, diegético y extradiegético, o no tiempo, en el que se cumplen funciones de alimentación, abrigo, descanso, pero también de ocio y dispersión, subrayando, desde la dirección, la idea de niñez como un lugar de disfrute total a pesar de todo.

En ese tiempo intra y supra de la historia, hay una virtud de “El día que resistía” que es el recuperar la festividad y explosión de bailes y canciones que aúnan y sanan el dolor, asociadas a la libertad infantil, aún en condiciones complicadas.

Una fotografía cuidada, escenarios naturales, y la impredecible interpretación del trío de niños (Lara Ragora, Mateo Baldasso, Mila Marchisio), verdaderos motores del relato, configuran una especie de fábula de los hermanos Andersen que avanza sobre sensaciones para repasar una época intensa, plagada de aventura y posibilidades, que se amenaza por un hecho que aún no se logra comprender.

“El día que resistía” estrena en MALBA los domingos de febrero a las 19.30 horas.