El caso Collini

Crítica de Martín Chiavarino - Metacultura

Basada en la novela homónima del celebrado autor alemán Ferdinand von Schirach, el último film del realizador bávaro Marco Kreuzpaintner narra un juicio por un resonante asesinato que se convierte en una búsqueda de la verdad para un joven abogado defensor que necesita entender las causas del crimen para comprender qué impulsó al hombre a cometer el brutal homicidio. Elyas M’Barek interpreta a Kaspar Leinen, un joven abogado defensor con raíces turcas que tras ser asignado para la defensa de un hombre acusado de asesinato se entera de que la víctima del crimen es Hans Meyer, el presidente de una importante compañía industrial alemana, padrino y patrocinador de sus estudios legales. El caso se convierte en una cuestión personal para Leinen, que se reencuentra debido a esta situación con la nieta de Meyer, Johanna (Alexandra Maria Lara), con la que tuvo una relación amorosa cuando eran adolescentes. El reencuentro revive la pasión con la mujer que debe hacerse cargo de los asuntos corporativos de la empresa dirigida por su abuelo, y las cuestiones legales se mezclan con los sentimientos. Durante el juicio Leinen rememora un capítulo de su niñez que rápidamente relaciona con el arma homicida, y la investigación lleva al abogado a investigar un crimen de lesa humanidad ocurrido en un pequeño pueblo de Italia durante la Segunda Guerra Mundial que se relaciona con el asesinato. El Caso Collini (Der Fall Collini, 2019) es un film vertiginoso que indaga en la culpa alemana ante los crímenes nazis cometidos durante el conflicto mundial y hace hincapié en cuestiones legales con la finalidad de exponer un episodio histórico ominoso ocurrido a fines de la década del sesenta, un cambio en el estatuto legal de los crímenes de guerra y de lesa humanidad que permitió la nulidad de los procesos contra los genocidas nazis en la República Federal de Alemania a partir de 1969. El film es completamente fiel a la novela de Ferdinard von Schirach incluso en sus flashbacks, diálogos y escenas, tiene excelentes actuaciones de un elenco que se destaca por la presencia de Franco Nero como Fabrizio Collini, el acusado, en un papel taciturno. La película es representativa de un cine alemán más interesado en la forma que en el contenido, representación que responde a los nuevos cánones industriales y a una mirada del mundo globalizada y estandarizada, lo que a postre genera una sensación de artificialidad. Lo mejor del film es la denuncia de los crímenes nacionalsocialistas en Italia y el manejo de los protocolos jurídicos mientras que el estilo aséptico de la narración cinematográfica solo produce extrañamiento ante el caso en lugar de la empatía que el protagonista y su abogado defensor deberían generar. Marco Kreuzpaintner logra en El Caso Collini una obra correcta producto de un guión respetuoso de Christian Zübert, Robert Gold y Jens-Frederik Otto que se ciñe a la novela original para aprovechar las excelentes reconstrucciones de los procesos jurídicos que caracterizan la narrativa de Ferdinand von Schirach, un autor que también es abogado, profesión que ejerció antes de convertirse en un exitoso escritor traducido a más de treinta idiomas.