El artista anónimo

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

Sencillo y honesto relato sobre vínculos, arte, pasión por las pinturas que encuentra el tono justo para narrar la complicidad entre el protagonista y su nieto en la difícil búsqueda de una firma. Klaus Haro vuelve a dar una lección de cine sin caer en lugares comunes a pesar de lo ya trabajado del tema.