El aro 4: el despertar

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Tengo emociones encontradas al reseñar esta peli. Nadie puede desconocer la importancia de esta saga… tuvo su impacto hace unas décadas atrás. La rompió en Japón y tuvo sus versiones en inglés. Luego se volvió a reiniciar y… la verdad… estamos en una época donde este personaje tiene necesariamente que aggionarse. Y debería haber sucedido, de una forma moderna pero manteniendo la premisa original.

Pero esta nueva entrega de la saga de «Sadako» (la chica del pelo largo que emerge del pozo, para los noveles), busca traer el personaje del VHS al mundo digital. La tarea era (supongo), crear ese lazo que envía a la sufrida mujer de un viejo cassette a la web, de alguna manera. Se realiza en «El Aro 4», pero no es de una manera afortunada y el desarrollo de ese pasaje no es sustancioso ni coherente. En sí, la cinta posee una falencia central: apela de a ratos al humor y desdibuja el horror que generaba la premisa original, ofreciendo un producto que desconcierta a lo largo del metraje.

En esta oportunidad, el escenario es el país oriental, en el cual se están produciendo muchas muertes extrañas en forma simultánea. En la tevé, dos especialistas en un programa en el que se debate el tema, tratan de conjeturar que puede estar sucediendo. Y es ahí donde una joven, formada, profesional, decide iniciar un proceso de investigación para conocer más de lo que sucede.
La trama se acelera cuando la hermana de la protagonista se transforma en víctima y el tiempo de vida que le queda, baja para este reboot de 7 días a 24 hs… lo cual es un cambio importante. Sin embargo, con el correr de los minutos, la historia toma un cariz desconcertante. De a ratos la cosa se pone seria. Por momentos, Sadako comienza a salirse del libreto clásico y la cosa se complica. No se entiende cual es el tono del film. O es algo que debe meter miedo o es una J-COM. No me queda claro.
Pero para los que conectan con esta versión oriental de la saga, ya hay antecedentes poco felices con «Sadako vs Kayako» (2016), como para que vean que el camino para restituir importancia a la franquicia no estaría funcionando.
Rubros técnicos regulares, una dirección (Hisashi Kimura) con poca presencia, banda de sonido nada sugerente y protagonistas que aportan poco en términos dramáticos. Puede suceder que si les gusta la cultura japonesa, el film si ofrece un escenario curioso y atractivo, pero la historia en sí, parece forzada y sin rumbo. Incluso en el cierre, podés ver que no queda claro si como espectador tuviste las emociones correctas al seguir la trama (sin spoilers!), porque Sadako, (estoy seguro) es un personaje que podría funcionar en este nuevo mundo interconectado. Pero no así. Seguro que no de esta manera.
Muy discreta y por debajo de lo esperable.