Dos locas en fuga

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

Buddy movie. De chicas. Eso podría ser un resumen bien conciso sobre la nueva comedia “Dos locas en fuga”. A simple vista podría rememorar, sólo por mencionar un ejemplo reciente, a “Chicas armadas y peligrosas”, ya que la premisa es juntar a dos personajes bien distintos y juntarlos a la fuerza para cumplir un mismo objetivo, en medio de una historia de acción y comedia.
No obstante acá el resultado es muy distinto a esa película de Paul Feig. Por un lado tenemos a Reese Whiterspoon. Actriz nominada al Oscar, hoy en día también productora, en fin, una figura muy reconocida y un talento indiscutible.
Por el otro lado, Sofia Vergara, actriz conocida mayormente gracias a la televisión (la multipremiada “Modern Family”) y por sus atributos físicos. Una rubia, petisa, dura y un poco torpe y muy poco femenina. La otra morocha, exuberante, esposa de un narcotraficante que tiene testificar en contra del jefe de un importante cartel, y es eso lo que los pone en peligro.
En este intento de comedia, los chistes se van tornando reiterativos (siempre nos burlamos del acento de Vergara, o de la altura de Reese) y ni siquiera la primera vez logran generarnos algo de risa.
La trama, predecible por donde se la mire, se desarrolla sin nada de gracia y las pocas escenas de acción no aportan nada a este producto tan insulso y superficial. Que los bloopers de los créditos finales sean lo único que te hagan reír un poco dice mucho más de esta película que lo que podría haber escrito en toda una crítica.
Lo cierto es que Dos locas en fuga es una comedia fallida porque principalmente no causa gracia y es más bien tonta, tanto como sus dos protagonistas. Llama mucho la atención que Reese incluso decidiera producirla, que apostara tanto a una película tan floja.
Y como si fuera poco, hay que fumarse la voz y acento insoportables de Sofia Vergara durante la mayor parte del metraje.