¿Dónde estás Bernadette?

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Para empezar a hablar de ¿Dónde estás Bernadette? hay que mencionar que la dirigió Richard Linklater. Sí, el director de la trilogía de Antes del amanecer, Escuela de rock, Boyhood y Rebeldes y confundidos, entre otras. Una carrera ecléctica, libre, llena de ideas, con las más variadas apuestas cinematográficas. Desde lo más sencillo y ligero a lo más complejo y ambicioso, su obra es el sueño de cualquier realizador que añora ser como aquellos directores del Hollywood clásico, que no parecían tener una obra personal y que sin embargo iban construyendo un universo propio y original.

Cuando uno ve ¿Dónde estás Bernadette? podría perfectamente no saber quién la dirigió y aun así darse cuenta rápidamente que se trata de un film diferente a la mayoría. Esas películas de perfil bajo que sin ser consideras obras cumbres, se disfrutan y se distancian de la media. Sorprendente en muchos aspectos y difícil de encasillar, esta comedia dramática de Linklater vale la pena desde todo punto de vista.

Bernadette Fox (Cate Blanchett) es una mujer de Seattle que lo tiene todo: un marido que la adora y una hija brillante. Ella es una arquitecta excepcional que se ha retirado prematuramente y tiene una fobia social enorme. Su marido trabaja con Microsoft y está abocado a su empleo. La hija que está a punto de entrar a un colegio pupilo previo a la universidad les pide un día que cumplan una promesa: ir a la Antártida los tres juntos. Bernadette y su marido aceptan, pero algo le pasa a la protagonista que hace que cada día esté más inestable, poniendo en riesgo todo el plan.

Los actores, el director, la historia, todo tiene un perfil sin excesos pero siempre con eventos interesantes. Un poco absurda pero aun siempre dentro de su propio verosímil, la película se disfruta y su personaje principal parece ser el alter ego del lado más misántropo del realizador. Nada para angustiarse, nada para preocuparse, simplemente un retrato acerca de una crisis y la esperanza de poder salir de ella en soledad y acompañado.