Dolittle

Crítica de Leonardo M. D’Espósito - Revista Noticias

La historia del veterinario que hablaba con los animales dio dos versiones exitosas en el cine: una, clásica, con Rex Harrison y canciones; otra, pobre pero exitosa, con Eddie Murphy. Esta nueva versión es un poco de la primera (sucede en la segunda mitad del siglo XIX) y un algo la segunda (chistes con animales). El problema no es ni Downey ni el tema, sino que Stephen Gaghan, siempre “serio”, no entiende qué significa “entretenimiento familiar”, que es ni más ni menos que cualquier persona pueda verlo, no que se trate el cine de un modo pueril. Tal desfase genera que secuencias potencialmente poéticas y divertidas se vuelvan algo a veces embarazoso. El diseño de producción con frecuencia sepulta las ideas (es la historia de alguien muy triste a quien una aventura saca de nuevo al mundo) y vemos que allí había una película interesante que el realizador no supo encontrar.