Diario de un seductor

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Johnny Depp se pone por segunda vez en la piel del mítico y maldito periodista/escritor Hunter S. Thompson. Así, Diario de un seductor bien podría leerse como una precuela -mucho menos lisérgica- de Miedos y asco en Las Vegas, de Terry Gilliam.

En esta transposición de la novela The Rum Diary, Depp interpreta a Paul Kemp (alter-ego de HST), un escritor díscolo y borrachín que ingresa a un diario de Puerto Rico en los políticamente convulsionados años '60. Pronto, quedará inmerso en un peligroso submundo de estafas inmobiliarias, se enamorará de la mujer más bella y menos indicada (Amber Heard), pareja del todopoderoso Aahron Eckhart, mientras la tensión entre los lugareños y los extranjeros crece.

El film se sostiene en buena parte de su desarrollo porque logra transmitir ese universo alucinado de la prosa de HST (aquí hay múltiples elementos de cine negro) y porque cuenta con un elenco de lujo, con grandes personajes secundarios a cargo de Giovanni Ribisi, Michael Rispoli y Richard Jenkins. No será ninguna obra maestra, es cierto, pero se sigue con bastante interés y no deshonra la memoria del gran autor que la inspiró.