Destino final 5

Crítica de Natalia Trzenko - La Nación

Tensión y mucha sangre, sólo para fans

Los films de suspenso tienen, por definición, en algún momento de su desarrollo una o más escenas que tendrán al espectador al borde de su asiento, tensos por ver cómo se resolverá la historia que los llevó hasta ese momento álgido del relato. Desde hace más de una década, la serie de films Destino final utiliza la misma premisa para construir películas donde lo importante no es el desarrollo sino esas escenas en las que cualquiera que conozca la saga -y el que no, se enterará rápidamente- sabe que alguien va a morir y sólo se trata de cómo y cuán rápido sucederá. De la primera entrega a esta quinta pocas cosas cambiaron de la fórmula salvo que ahora las muertes son bastante más sangrientas y de elaboración más compleja y que se las puede ver en explícito 3D. Una suerte de efecto dominó en el que la última pieza en caer es siempre un cadáver.

La cuestión es sencilla: un grupo de empleados de una papelera se dirige a un retiro empresarial cuando uno de ellos tiene la premonición de que el puente que atraviesa el micro en el que viajan colapsará con consecuencias fatales para todos. Después de la detallada visión, el muchacho logrará salvar a algunos de sus colegas, grupo que incluye a sus mejores amigos y a su novia. Pero a la Muerte, como saben los que conocen esta serie cinematográfica, no le gusta ser burlada: irá tras los sobrevivientes eliminándolos uno por uno de la manera más cruenta posible.

Para los seguidores del terror de tortura al estilo de El juego del miedo, Destino final 5 será seguramente apenas un aperitivo liviano, pero para el resto de los espectadores la constante tensión de las escenas será demasiado. El realizador Steve Quale (codirigió Criaturas del abismo junto a James Cameron) mantiene intacta la efectiva fórmula que hizo famosa la serie y hasta consigue dotar a sus protagonistas de cierta expresividad más allá de las constricciones obvias del guión, especialmente al personaje central, Sam, interpretado por el agradable Nicholas D'Agosto.

Aunque Destino final 5 apuntó más al impacto visceral que a la reflexión, en este caso el guión se reserva algo de espacio entre tanta desgracia para hacerles un guiño a sus fieles seguidores.