Desmadre

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

"Desmadre" es la adaptación de una novela del escritor mexicano Guillermo Fadanelli, llamada "Para ella todo suena a Frank Pourcel". Partiendo de esa premisa, Juan Pablo Martínez y Jazmín Stuart (esta última debutante detrás de las cámaras), ensayaron instalar esa historia dentro del marco de la pos-adolescencia femenina posmoderna y citadina, poniendo frente a frente a dos actrices de peso (Florencia Otero y Claudia Fontán) a explorar la poderosa naturaleza del vínculo madre-hija en toda su dimensión.
Carla (Otero), tiene 19 años, vive una existencia cómoda (muy, diría yo), no trabaja, abandonó la facultad y pasa sus días en un departamento propiedad del marido de su madre. En realidad, ellos están separados (pero no divorciados) y mamá vive en España, aunque hay acuerdo para que a ella no le falte nada. Tanta comodidad (sumado a la crisis propia de su edad) produce que la pobre chica no termine de decodificar su universo (y eso que no parece tan amplio) y se sienta distinta al resto. Está buscando su identidad, y no encuentra los caminos para decidir rumbos (la sexualidad es uno de ellos).
Cierto día, su madre (Fontán) regresa del Viejo Continente para acompañar a la familia de su aún esposo (Arturo Goetz). El pobre hombre fue secuestrado y ella cree que su presencia en Buenos Aires es fundamental para calmar las aguas. De más está decir que se instala en la casa de su hija, alterando sus rutinas y removiendo conflictos que la distancia parece haber enfriado, pero que permanecen latentes.
Debo decir que la película encuentra sus puntos más altos, en los intercambios entre Otero y Fontán (regalan escenas muy interesantes) y en el abordaje que hace sobre la edad (el paso del tiempo marca mucho el film), las relaciones con ámbos sexos y la caracterización de cierto tipo de tribu "palermitana", bien lograda. Carla tiene un grupete de amigas muy distintas entre sí que aportan miradas de distinta intensidad en relación a cómo enfrentar la vida y las relaciones que les toca vivir.
También hay que señalar que si bien hay un conflicto "madre", varias historias paralelas acompañan, y restan, en lugar de sumar (por ejemplo la intriga policial del secuestro del padrastro), por momentos la película tiene momentos logrados y otros que distienden (y distraen) demasiado a los espectadores (los flashbacks). Se percibe un desnivel narrativo en la adaptación que no logra ser compensado totalmente por el esfuerzo actoral de la pareja central, pero eso no deja de quitarle valor al producto.
"Desmadre" es una película honesta que explora el universo femenino integrado por madres adultas e hijas saliendo de la adolescencia, describiendo la constitución del vínculo primario con relativa solidez. Quizás, un poco más de "locura" y desenfreno le hubiese quedado mejor a la historia, así como también hubiese sido buena idea acotar algunos secundarios y dotar de más líneas a los que sostienen la trama. Más allá de eso, es un film con altibajos, pero que a pesar de ello cumple su objetivo y deja, sin dudas, el crédito abierto para la dupla Martínez-Stuart (tanto sea juntos o separados) con saldo a favor.