Desmadre

Crítica de Gustavo Castagna - Tiempo Argentino

Casi otra comedia de vida palermitana

Carla va y viene entre las expresiones arrogantes de su madre recién retornada de España, la ausencia paterna y las fiestas adolescentes palermitanas. Va y viene, también, buscando su sexualidad entre amigas y un introvertido pretendiente de cantante, empleado de su padrastro. Pero especialmente, Carla divaga en sus contradicciones internas, su búsqueda de un lugar en el mundo, su crecimiento y madurez personal y profesional.

Carla es Florencia Otero, en un protagónico que carga con las virtudes y defectos de un desparejo film del dúo de directores, pero también rescatable por la gran interpretación de una actriz que disimula las zonas oscuras de la cinta. Desmadre tiene un tema principal (la tensa relación madre-hija) y múltiples subtramas que poco agregan al núcleo de la historia (el secuestro del padre, personajes secundarios sin peso dramático).
Al mismo tiempo, se está frente a una, otra más, “comedia de vida” de carácter palermitano con algunos clisés ya vistos en esta clase de emprendimientos del nuevo siglo. A saber: unos toquecitos cool en las escenas de fiestas y en el uso del “look” (vestimenta, expresiones verbales), una mirada “dejà-vu” sobre el contexto, como si el mundo alrededor no existiera y los clásicos decorados afines a esta clase de películas (velas, música ad hoc, el infaltable cuadrito “Moulin Rouge”).
Sin embargo, en Desmadre triunfa un personaje que sostiene las carencias narrativas y la acumulación de estereotipos. En ese punto específico, en la construcción de una criatura compleja y repleta de matices, la película se separa de los lugares comunes y de las recetas gastadas de las comedias palermitanas. En los encuentros íntimos vía charlas con sus pretendientes de diferente sexo y en las disputas verbales con la insoportable madre (Claudia Fontán), la película encuentra su centro, alejada del cotillón escenográfico y de una puesta en escena que, por momentos, le debe más a una televisión para adolescentes que al lenguaje del cine. En esa simbiosis perfecta de un personaje interesante y de un excelente trabajo actoral, Desmadre obtiene un significado único que la convierte en una película poco habitual. <