Culpable o inocente

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Este más que digno thriller judicial (con toques noir) está basado en la primera de las cuatro novelas sobre el abogado Mick Haller escritas por el nuevo rey del género (¿el sucesor de John Grisham?) Michael Connolly (a él le gustaría ser considerado, seguro, la reencarnación de Raymond Chandler). Matthew McConaughey es el encargado de interpretar a este abogado canchero, cínico, habituado a pequeñas trampas y a tomar casos difíciles, que intenta hacer una buena diferencia económica defendiendo a un chico rico de Beverly Hills (Ryan Phillippe) acusado de golpear a una prostituta. La cosa, claro, será bastante más seria y peligrosa que eso.

Hay decenas, cientos (¿miles?) de films sobre juicios, testigos que aparecen a último momento, presiones de todo tipo en el ámbito policial/legal, personajes que no son lo que parecen e inesperadas vueltas de tuerca. En ese sentido, Culpable o inocente no ofrece nada demasiado novedoso. Pero se trata de un entretenimiento de suspenso bien construido (el encargado de la transposición es John Romano, de la serie Monk), bien narrado por Furman () y sostenido por un brillante elenco de actores secundarios (la gran Marisa Tomei, Josh Lucas, Frances Fisher, William H. Macy, John Leguizamo, etc.) que tienen muy buenos momentos para poder lucirse. Un film que podría ser etiquetado como menor por adscribir a ciertas fórmulas genéricas, pero que no por eso deja de ser inteligente y disfrutable a la vez.