Cuentos de Halloween

Crítica de Diego Batlle - La Nación

Terror en diez cortos

Alguna vez fueron La dimensión desconocida y Cuentos asombrosos, hace poco llegó el éxito de Relatos salvajes y ahora es el turno de Cuentos de Halloween, un conjunto de diez cortos que en este caso, claro, tienen como eje sangrientas historias que transcurren un 31 de octubre en un típico suburbio de casas bajas de un pueblo estadounidense.

Entre los directores convocados para filmar cada uno de los segmentos aparecen varios con experiencia en el género como Neil Marshall (El descenso), Darren Lynn Bousman (responsable de varias entregas de la saga de El juego del miedo), Lucky McKee (Voces en el bosque) o Adam Gierasch (La noche de los demonios). Ninguno llega esta vez a las alturas de un Sam Raimi o un John Carpenter, pero el balance general es más que aceptable.

Más allá de la inevitable disparidad (de tonos, climas, búsquedas artísticas y resultados finales) que hay entre las diversas propuestas aparecen unas cuantas constantes: las presencias casi permanentes durante la Noche de Brujas de niños (con la clásica frase: "¿Dulce o truco?") y adolescentes disfrazados para la ocasión.

Claro que ni los infantes, ni los jóvenes, ni mucho menos los adultos (y hay también presencias diabólicas e incluso extraterrestres) resultarán encantadores personajes a quienes todos les sonríen antes de darles un caramelo, un chocolate o un chupetín. Cuentos de Halloween es el reino del terror sádico (cuchillazos, golpes con bates, cabezas cortadas a machetazos, motosierras, mujeres de armas llevar y un largo etcétera) y del humor negro, con una apelación bastante frecuente al gore (vísceras y mutilaciones varias). No apto, por lo tanto, para espíritus sensibles ni espectadores impresionables.