Cuando brillan las estrellas

Crítica de Matías Orta - A Sala Llena

El amor, uno de los temas predilectos, inevitables, de cada manifestación artística. El cine sabe dar toneladas de exponentes, desde cada parte del mundo y con los más diversos presupuestos. A veces cuentan con celebridades de protagonistas, a veces con actores desconocidos, pero cuando se trata de un producto bien hecho, el resultado le llega al espectador. ¿Quién no hay vivido historias de amor y de desamor? Cuando brillan las estrellas, ópera prima de Natalia Hérnandez, también se hace esa pregunta.

Se trata de una película coral, ambientada durante un día, con personajes de treinta y pico (incluso un poco más), pero el eje está puesto en dos: Lucas (Pablo Sigal) y Ana (María Canale). Ambos se enamoran siendo niños, y pierden contacto cuando ella se muda y luego él la ve abrazada a otro chico. De adultos, Lucas hace crucigramas y vive una vida solitaria, sin pareja ni relaciones ocasionales ni vida en general, mientras que Ana mantiene una relación intermitente con Gerardo (Gastón Pauls). A Lucas le consiguen una cita con Carola (Mara Bestelli), una extravagante fotógrafa. Ana debe resolver sus cuestiones con Gerardo. En paralelo, sus amigos y conocidos viven sus propias historias sentimentales.

El guión corre por cuenta de Sebastián Rotstein, quien escribió 20.000 besos, de Sebastián De Caro, y es posible trazar paralelos entre ambos films. Tanto uno como el otro hablan del amor y de las complejidades de las relaciones, pero sin pretensiones y a través de personajes actuales, urbanos, con sus deseos y sus inseguridades. Hay mucho humor, pero no es exactamente una comedia. Hay momentos dramáticos, pero tampoco se estanca en ese género. De esta manera, la directora y el guionista consiguen un tono parecido a la vida misma, sin tomar partido aunque con margen para la sorpresa.

Además de Canale y Sigal, dentro del elenco se destacan Julián Larquier Tellarini como Santiago, amigo de Lucas, que pretende conquistar a Verónica (Silvina Ganger), amiga de Ana; una subtrama que pide su propia película. Por su parte, Esteban Menis interpreta al dueño de un bar en el que se juntan los protagonistas, y hasta le brinda consejos y ayuda a Lucas.

Cuando brillan las estrellas sabe cuándo hacer reír, sabe cuándo hacer llorar, sabe cuándo ser tierna, y siempre deja pensando en lo fascinante e impredecible que es el amor.