Crónicas de un affair

Crítica de Maximiliano Curcio - Revista Cultural Siete Artes

Destacada película francesa, de la mano de un interesantísimo autor contemporáneo: Emmanuel Mourat. Una atracción repentina convierte a dos extraños en amantes. Sus realidades difieren. Ella es una madre soltera, él un hombre casado. La aventura de una noche deviene en una relación que acaba consolidándose, pero de modo completamente inesperado. Vincent Macaigne y Sandrine Kiberlain actúan de manera brillante la furtiva aventura nacida en la casualidad. Del bistró a la cama, una fuertísima conexión contrarresta la suposición de que el encuentro será efímero e intrascendente. Es simple, se gustan y no crean castillos en el aire. Porque él ama a su mujer, pero con su amante se ve para otras cosas. El pacto es en común, ‘aprovechar el tiempo que les queda, hacerse bien, sin pensar en el futuro’. Concuerdan. Comprometidos a verse solo por diversión sexual, sin sentimiento romántico algún…pero, cuidado, la regla pronto será quebrada. A medida que avanza la historia, ambos se irán descubriendo y nace un verdadero sentimiento. La complicidad va en aumento y lo irresistible, a pura velocidad. Presentada en numerosos festivales a nivel internacional, “Crónica de un affair” es un relato audaz y tierno, marca de identidad que conduce una narrativa eficaz en capturar el aroma de la alegría y del dolor. Influenciado estilísticamente por cineastas como Ozú o Almodóvar, Mourat, sutil, arroja líneas de diálogo que son una delicia. “¿Querés tomar una ducha?”, propone él. “No, quiero conservar tu olor”, le dice ella. Esta es una cita con el cine francés que no debemos dejar esperando.