Cowboys y Aliens

Crítica de Fredy Friedlander - Leedor.com

Tanto desde su título original y local como de su dupla interpretativa central, “Cowboys & Aliens” no oculta su condición de film donde se mezclan dos de los géneros más tradicionales del cine norteamericano.

La primera escena nos muestra a Daniel Craig, habitual James Bond en el último lustro, en pleno desierto de Arizona en 1873, con un extraño brazalete en un brazo. Pronto sabremos que se trata de Jake Lonergan, un fuera de la ley, quien es buscado junto a su banda de forajidos por el robo de un sustancioso botín de oro.

La acción se traslada a un pueblo cercano, donde el hijo de un terrateniente, Percy Dolarhyde (Paul Dano), anda amenazando a los pobladores con su revolver, aprovechando que el sheriff (Keith Carradine) no lo ve. Pero la llegada de Jake logra poner freno al muchacho, aunque ambos terminan en la cárcel donde no permanecerán por mucho tiempo. Primero aparece el “coronel” Dolarhyde (Harrison Ford), con varios matones a sueldo a su servicio. Pero cinco minutos más tarde y cuando ha transcurrido la primera media hora de las dos que dura la película surgen del cielo unas extrañas naves que siembran el pánico, produciendo explosiones mortales y matando a varios de los habitantes del pueblo.

De allí en más se irá produciendo, ante la presencia de un enemigo común, un acercamiento entre los diversos personajes mencionados. Ya en la segunda mitad y en pleno desierto hasta los mismos apaches se unirán al numeroso grupo. Pero ahora veremos que del otro lado las naves tienen lo suyo, al ser tripuladas por unas criaturas que obviamente son los “aliens” del título y que los cowboys designan como “demonios”. Pronto sabremos que el oro también a ellos les es apetecible.

Habrá también algunos personajes femeninos como la esposa fallecida de Jake, quien parece reponerse lentamente de una amnesia que le habrían causado los extraterrestres. Pronto logrará comprender y recordar el origen del brazalete y percibir que en verdad se trata de un arma poderosa capaz de diezmar a sus enemigos. Otra joven, que ya estaba al inicio en el pueblo, tendrá un rol preponderante en la parte final de la trama, siendo interpretada por la muy bella Olivia Wilde (“Tron: el legado”).

El director Jon Favreau (“Elf”, ambas “Iron Man”), consigue imprimirle gran dinamismo a la acción con bellas tomas del Oeste americano y muy buen acompañamiento musical. Logra además algo que hace mucho se extrañaba y que es recuperar a un gran actor, a quien la suerte le venía siendo esquiva en sus últimas actuaciones. Nos referimos obviamente a Harrison Ford, quien muestra buena química con Daniel Craig, su ocasional compañero de fórmula.
“Cowboys & Aliens” es entretenimiento asegurado y el placer de un par de buenas interpretaciones.