Contrasangre

Crítica de Samantha Schuster - Toma 5

La nueva película de Nacho Garassino, “Contrasangre” presenta la historia de Daniel (Juan Palomino), un policía retirado, devenido guardia de seguridad; la de Analía (Emilia Attias), una mujer víctima de una violación, y la de Julio (Esteban Meloni), un obsesivo que sale de la cárcel. Estas tres historias aparentemente aisladas se unirán por la intriga, el amor y la obsesión.

La película comienza con una escena misteriosa, la cual nos atrapa desde un comienzo, ya que no entendemos del todo qué es lo que está sucediendo, pero queremos averiguarlo. Y durante el desarrollo de la historia se nos presentan ciertos momentos que hacen que esta historia nos siga atrapando.

La música y la ambientación (tanto la iluminación que nos proporciona un paisaje oscuro como la decoración del bar y la utilización de los escenarios callejeros) influyen de una manera muy pronunciada, generando un clima propicio para llevar adelante esta historia.

Al finalizar el film, quedan ciertos interrogantes que pueden ser interpretados libremente. Si bien no presenta un final abierto, hay ciertos pasajes que no se terminan de comprender del todo, sino que cada uno le puede otorgar su propio significado.

De todos modos, hay que tener en cuenta que la versión que se vio en “Pantalla Pinamar” es la primera que se ve en el cine, y es por eso que el estreno comercial puede presentar ciertas modificaciones y correcciones.

En síntesis, “Contrasangre” es una película entretenida, atrapante, que nos va a terminar metiendo en la historia, haciéndonos formar parte de ella, tratando de descubrir qué es lo que pasa y quién está contando la verdad (si es que existe una), al estilo de los policiales negros.