Como flechas

Crítica de Santiago García - Leer Cine

El 21 de marzo del 2019 se estrenó en Argentina Como flechas. Al día de la fecha no había ninguna crítica en el sitio Todas las críticas, lugar donde se reúnen todas las críticas de cine publicadas en el país. Pero lo llamativo es que el sitio Rotten Tomatoes, que reúne las críticas de Estados Unidos, tampoco hay ninguna crítica, aunque sí un 94% de aprobación de los usuarios. Esta rareza habla de todo un cine cristiano que tiene un público cautivo pero pasa completamente desapercibido para el gran público.

El título Como flechas alude al Salmo 127 3-5: “Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa. Como flechas en las manos del guerrero son los hijos de la juventud. Dichosos los que llenan su aljaba con esta clase de flechas.” Y la película cuenta la historia de una joven pareja que al comenzar a tener hijos se sienten atribulados y pierden el rumbo. Con los años, y luego de muchas vueltas, se acercan a Dios y a partir de la religión consiguen encaminar su vida y la de sus hijos.

Podrá decir alguien que todo cine esconde una ideología. No son pocos los que dicen que detrás de cada film hay una agenda secreta. En todo caso acá no hay agenda secreta alguna, todo está a la vista. Tan a la vista que parece un film institucional, un manual cristiano para acercar a quienes no forman parte de la iglesia o confirmar a quienes ya son creyentes practicantes. El cine, en este caso, se ve poco recompensado. La historia está completamente al servicio del discurso y el guión se empantana debido a eso. No estamos hablando de un film cristiano, como los hay miles, sino de un film de publicidad cristiana, que es muy distinto.

El film está producido por el director, actor y productor Alex Kendrick, también pastor de la iglesia bautista en Albany, Georgia. Una buena parte del cine cristiano que se hace y que llega incluso a la Argentina está vinculado con él. Su trabajo es muy claro y sus films han tenido diferentes respuestas de público y taquilla, pero siempre destinado a un público puntual. Fuera de ese ámbito sus films han tenido mayormente críticas negativas. No por oposición al cristianismo sino al didactismo simplista con que están narradas.

Like Arrows tiene un clímax para llorar a mares y uno imagina que si se hubiera narrado todo con mayor sofisticación y sin manipulaciones, realmente se podría haber logrado algo mejor. El temor a la sofisticación es una mala señal para cualquier orden de la vida, incluyendo el cine.