Ciudades de papel

Crítica de Samantha Schuster - Toma 5

"Todos recibimos un milagro"

John Green sorprendió el año pasado con la adaptación de su libro “Bajo la misma estrella” y en esta oportunidad vuelve a la pantalla grande con una historia previa, “Ciudades de papel”, de la mano del director Jake Schreier.
“Ciudades de papel” narra, desde la perspectiva del protagonista masculino, la historia de Quentin (Natt Wolf), un chico que está convencido de que en su vida ocurrió un milagro: Margo Roth Spiegelman (Cara Delevingne) se mudó a su vecindario cuando eran chicos y se enamoró de ella. Pero los años fueron pasando y cada uno tomó su rumbo. Sin embargo, una noche Margo se le aparece en su ventana para que la ayude a vengarse de las personas que le hicieron daño. Al día siguiente, Margo desaparece y Quentin se verá obligado a descifrar qué es lo que le sucedió.
En la historia existen ciertos altibajos, sobre todo lo que corresponde al ritmo. Tenemos el comienzo que podría calificarse como de aventura, con un ritmo más acelerado en donde Quentin ayuda a Margo con su venganza. Luego viene el misterio, la desaparición de la protagonista femenina y la búsqueda constante de pistas, con una dinámica de la trama más lenta, pero que no deja de perder su intensidad. Y luego vuelve a apresurarse con una especie de road-movie.
Si bien las actuaciones son buenas, y tienen personajes secundarios bastante fuertes, como los mejores amigos del protagonista, interpretados por Justice Smith y Austin Abrams, Quentin no termina de generar empatía, hasta incluso se muestra medio insulso. Y Margo, que sí provoca algo en el espectador, se encuentra la mayoría del tiempo fuera de la pantalla.
La película busca realizar una introspección en la vida de Quentin, quien en esa noche de aventura con Margo, comienza a vivir la vida diferente. Es una reflexión de los últimos momentos de la secundaria y el traspaso a una vida más adulta y esto se observa sobre todo en las transformaciones de los personajes a lo largo de la historia.
A través de la metáfora de las ciudades de papel, la trama muestra cómo a veces la vida y las personas no son como uno las ve a simple vista. A veces las cosas son de papel, son falsas, nos hacen creer una cosa cuando la realidad es muy distinta.
A pesar de que a simple vista la película parece una más de esos films del fin de la secundaria, John Green nuevamente le pone su sello a la historia y busca profundizar aún más en la vida y las emociones de estos personajes. Es una película sobre todo orientada al público juvenil.

Samantha Schuster