Chavela

Crítica de Javier Porta Fouz - La Nación

Una vida de una intensidad deslumbrante, una voz y una manera de cantar a las que llamar singulares es quedarse en la superficie, un ícono LGBT, una mujer mexicana nacida en Costa Rica y celebrada en muchos países. Una mujer amiga de José Alfredo Jiménez, que supo ser alcohólica y dejar de serlo, y que podía derrumbarse en un escenario y volver a subir. Y que vivió muchos años para ser mucho más leyenda. Este documental sobre una mujer que murió un domingo de 2012 trae imágenes inéditas de entrevistas y también claridad conceptual, tal vez demasiado celebratoria, y estructural para contar las claves de una vida. O dos. Porque Vargas pasó por un retiro y un ostracismo que hicieron que muchos pensaran que había muerto. Pero volvió, o la hicieron volver, gentes de México y de España. Uno de los españoles claves fue Pedro Almodóvar, para quien las canciones interpretadas por Chavela fueron fundamentales en varias de sus películas: La flor de mi secreto, por ejemplo, habría sido mucho menos encendida sin "En el último trago". Este documental hecho a cuatro manos cuenta con mucha presencia del manchego, que se explaya sobre Chavela. Y tanto en esos momentos como en otros este retrato cuenta con el atractivo suficiente como para convocar a los que ya conocen a la cantante y también para fascinar a los que recién se acercan.