Capitán Phillips

Crítica de Santiago García - Tiempo Argentino

Aventuras en el mar, como las de antes

Protagonizada por Tom Hanks, esta película basada en hechos reales narra la historia de un hombre que en 2009 fue tomado de rehén por piratas somalíes. Buenos ingredientes para un resultado a la altura de la historia.

El capitán Phillips del título es el protagonista de esta historia basada en hechos reales ocurridos en el año 2009, cuando cuatro piratas somalíes tomaron su nave y lo retuvieron como rehén. El gran problema de las películas basadas en hechos reales es que desde que arranca la película uno tiene bastante información –o, al menos, adivina– acerca de la historia y su final. Tal vez porque el final no sea lo más importante, sino la reflexión que uno pueda hacer a partir de la historia narrada. Paul Greengrass, el director, tiene un demostrado talento para narrar historias que aquí confirma. A pesar de una enorme capacidad para utilizar recursos visuales impactantes, Greengrass no abandona nunca la narración clásica. Tal vez Capitán Phillips sea, de hecho, la más clásica de sus películas. Greengrass tiene por lo menos cuatro películas impactantes antes de esta: Vuelo 93, La supremacía de Bourne, Bourne: el ultimátum, La ciudad de las tormentas. En todas mostró un gran pulso para la acción y aquí, aunque se trate de otra clase de film, vuelve a hacerlo. Para que el clasicismo sea aún más claro, el capitán Phillips está interpretado nada menos que por Tom Hanks, uno de los más grandes y más clásicos y sobrios actores del cine actual. Su protagonismo es absoluto y por lo tanto gran parte de la película recae sobre sus hombros. Las ideas del mundo que tiene Phillips y su comportamiento a lo largo de la película encuentran en Hanks al rostro ideal para darle credibilidad. Y su sufrimiento se convierte en el nuestro. Actor de gran talento, Hanks ofrece acá una actuación obligadamente contenida y sobria que poco a poco va creciendo junto con el drama. Sin duda, figura entre lo mejor del actor. Las vueltas que va ofreciendo la trama, la tensión de los grandes momentos de suspenso, funcionan de punta a punta del relato. Aun conociendo la historia, aun sabiendo quién la ha contado, igual cada escena es vivida, una vez más gracias al director, con una enorme angustia, sin saber cuál será el siguiente paso que dará el protagonista y sus captores. Un buen director, un buen actor, una buena historia. Los tres pilares que sostienen Capitán Phillips a lo largo de más de dos horas. Verdaderas aventuras en el mar, como en los viejos tiempos, aun cuando la historia transcurra en el presente