Capitán América y el soldado del invierno

Crítica de Diego Batlle - La Nación

Superhéroes a escala humana

Hace tres años se estrenó Capitán América: El primer vengador con críticas correctas y un aceptable resultado comercial. Algo parecido a lo que había ocurrido ese mismo año, tres meses antes, con Thor. Sin embargo, en ninguno de los dos casos se desató el fenómeno masivo que tanto se esperaba. Pero en 2012 llegó el descomunal éxito de The Avengers y, así, la sociedad entre Marvel y Disney logró potenciar cada una de sus franquicias.

En esta segunda entrega dedicada al Capitán América -el personaje del "supersoldado" que surgió en la historieta creada en 1941 por Joe Simon y Jack Kirby- ya no está Joe Johnston como director, sino los hermanos Anthony y Joe Russo. Una curiosa elección, ya que ambos llegaban con algunas comedias para cine (Bienvenidos a Collinwood, Tres son multitud) y para televisión (Arrested Development, Community), pero sin antecedentes en este tipo de blockbuster.

La apuesta salió bien, porque El soldado del invierno no sólo es un producto de acción competente y bastante eficaz en sus más de dos horas, sino que además mejora el resultado final conseguido por El primer vengador. Prueba del respaldo que los Russo consiguieron es que, incluso bastante tiempo antes del lanzamiento de esta segunda entrega, ya han sido confirmados para Capitán América 3.

Christopher Markus y Stephen McFeely (guionistas de la primera parte de esta saga y de la reciente Thor: Un mundo oscuro) construyeron una historia paranoica con un doble enemigo (interno y EXTERNO) que algunos vieron con acierto como una suerte de remake no acreditada de Los tres días del cóndor, de Sydney Pollack. Y, a la hora de buscar coincidencias, el protagonista de aquel thriller de 1975, Robert Redford, aparece en El soldado del invierno, aunque aquí en un papel de villano. Redford, el otro malvado (el soldado del invierno del título que interpreta Sebastian Stan) y El Halcón/Falcon (Anthony Mackie) son las tres principales incorporaciones de esta secuela, aunque los fans disfrutarán más del protagonismo que esta vez sí tienen tanto la Viuda Negra/Black Widow de la aquí pelirroja Scarlett Johansson como el Nick Fury de Samuel L. Jackson.

Es que el jefe Fury, la Viuda Negra, El Halcón y -claro- el Steve Rogers/Capitán América de Chris Evans (un personaje que esta vez alcanza una mayor dimensión psicológica) deberán unirse para salvar a la organización S.H.I.E.L.D., que ha sido infiltrada por todos lados y ha puesto en riesgo la seguridad mundial.

Si bien la amenaza de una hecatombe a escala global está siempre presente, lo llamativo de El soldado del invierno es que sus escenas de acción están trabajadas en una escala humana; buenas coreografías de lucha cuerpo a cuerpo, un par de persecuciones automovilísticas y no tanta parafernalia tecnológica ni dependencia de sofisticados efectos visuales (aunque, claro, hoy todo se "retoca" en computadora).

La película arranca con Rogers sin saber qué hacer con su tiempo libre en Washington DC, pero ese preámbulo ofrece un logrado tono humorístico que se extrañará bastante durante el resto de la narración (los chistes son más bien pocos). Lo que sí reaparecen son los esperados "clásicos" de la factoría Marvel: desde el simpático cameo del mítico Stan Lee hasta las dos escenas que aparecen durante y después de los créditos de cierre. Los fans, claro, agradecidos.