Cadáver exquisito

Crítica de Maximiliano Curcio - Revista Cultural Siete Artes

Constituyendo un singular producto de nuestra industria, “Cadaver Exquisito” rastrea influencias de la filmografía europea de Roman Polanski (“El Inquilino”), también del maestro polaco Krisztof Kieslowski (“La Doble Vida de Verónica”). El presente film, rodado durante 2019 y exhibido en los festivales Fantasporto (Lisoba), Fantasay (Brasil) y BAFICI (en su edición 2021), nos adentra en la reconstrucción del otro; un doble siniestro de profusa tradición literaria. La sobria banda sonora de la compositora Natalia Spiner genera climas francamente perturbadores, mientras la psiquis inconsciente se convierte en un auténtico objeto de obsesión. El título elegido nos remite directamente al juego surrealista inventado hacia 1925, y la metáfora cobra sentido: aquella pieza única, construida entre varias personas, indaga en el reflejo, el doble, la identidad, la fantasmagoría. “Cadáver Exquisito”, estelarizado por Sofía Gala Castiglione, aborda lo fantástico, abundando en un género transitado como el thriller psicológico, al que adosa los valores de vampirización, transformación y posesión que atraviesan el argumento. La directora Lucía Vasallo, responsable de “Transoceánicas” (2020), concreta su debut en ficción sembrando tamañas inquietudes, acaso el deseo se convierta en el motor de la búsqueda de una obra que potencia la incomodidad de lo siniestro.