Búsqueda implacable 2

Crítica de Agustín Neifert - La Nueva Provincia

Neeson, otra vez en defensa de su familia

Búsqueda implacable , la primera versión de esta nueva saga, se estrenó en Bahía Blanca en octubre de 2008 y en esa ocasión bastaron cuatro palabras para catalogarla: "Inverosímil, reaccionaria, pero entretenida". Aun a riesgo de ser poco original, a esta secuela le calza a la perfección esa misma definición.
Liam Neeson es nuevamente Bryan Mills, el ex agente de la CIA que ahora se dedica a tareas de seguridad para empresarios. En la primera versión había expresado que estaba retirado, pero no muerto. En esta historia confirma generosamente esa aseveración.
Y está dispuesto a luchar para defender a su familia, aunque reconoce estar un poco cansado de tanto trajín. Es decir, de disparar balas a diestra y siniestra y de quebrar brazos y cuellos a cuanto enemigo se cruza en su camino.
En este caso debe cumplir una misión de su especialidad en Estambul e invita a compartir algunos días con él a su hija Kim y a su esposa (o ex esposa) Lenore, quien mantiene un conflicto con su pareja y muestra indicios de querer regresar con su marido (o ex marido).
La película registra un prólogo donde se observa al albanés Murat en el cementerio de Trapoja, en la ceremonia de entierro de su hijo Marko y de los otros miembros de la banda albana de trata de blancas que fueron aniquilados por Mills en su operación de rescate de su hija en París. En el propio cementerio, Murat jura vengar la muerte de su hijo.
Un año después, considera que la mejor ocasión para cumplir su juramento es durante la estancia de Mills y su familia en Estambul. Y así comienza esta ajetreada historia de unos para apresar a Mills y de éste para evadir el cerco y salvar a su mujer y a su hija.
Mills continúa reconociéndose un obsesivo en materia de horarios y en cuanto a sus tácticas ofensivas y defensivas. También le sigue cuadrando el apodo de "Rambo" que le impusieron sus ex compañeros de la CIA en la primera versión.
Pero no sólo en el uso de las armas (Mills prefiere el revólver), sino también de los puños. Y aquí cabe recordar que Neeson fue en su juventud un destacado boxeador.
Búsqueda implacable 2 posee otra vez el sello del francés Luc Besson, tanto en la producción como en el guión. En este caso, con la colaboración de Robert Mark Kamen.
Además de Neeson, vuelve a aparecer en esta secuela la rubia Maggie Grace como Kim, mientras que Lenore posee la encarnadura de Famke Janssen y es, quizás, la que se lleva la peor parte. Como el vengativo Murat está el croata Rade Serbedzija, quien es un excelente actor, aunque aquí no tiene oportunidad para demostrar su talento.
La película repite algo del patrioterismo, pero menos que en la primera. El acento está puesto en la familia y en la predisposición de Mills de exponer su vida para defenderla.
El director convocado para poner en valor la historia es el francés Olivier Megaton, el mismo de El transportador 3 , que logra mantener la tensión y el suspenso desde el mismo momento que el protagonista pisa Estambul, que es un excelente escenario para una historia de estas características.