Brick Mansions

Crítica de Santiago García - Tiempo Argentino

Un film sin novedades

Remake franco canadiense del exitoso film francés District B13 (2004) cuyas escenas de acción se destacaban por el uso del parkour.

El parkour es una disciplina de origen francés que consiste en moverse por entornos urbanos o no (los que conocemos suelen ser los urbanos) utilizando sólo el cuerpo, saltando de forma rápida y fluida de una superficie a otra. Para decirlo mal y pronto: gente saltando por todos lados, entre techos, paredes, alambrados y ventanas.
Estas imágenes hoy ya forman parte del imaginario cinematográfico y muchas películas las incorporan como parte de la acción. Tanto District B13 como sus secuelas son clarísimos representantes del parkour en el cine. Esta nueva versión vuelve a tener a Luc Besson y Bibi Naceri como guionistas, aunque cambió al director y el elenco en esta película de acción urbana ambientada en un Detroit distópico.
El protagonista es Paul Walker y este fue el último papel completo que realizó antes de su muerte. El malogrado joven actor cumple con su rol, y su efectividad es indiscutible, pero no alcanza con eso para hacer de esta película un relato que valga la pena seguir.
Lo acompaña David Belle, que es justamente un personaje famoso del parkour y que participó también en los films franceses. Un barrio peligroso sin dudas es también un gran marco, pero a pesar de todo, la sensación de imágenes repetidas, de cámara lenta utilizada de forma excesiva y agotadora, hacen que la locación parezca más de video clip que de justificada importancia para una trama cinematográfica. Algunos momentos inspirados del mencionado parkour pueden generar cierto interés, aunque lo mismo puede encontrarse buscando videos en Internet.