Bella addormentata

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Marco Bellocchio es un director italiano prolífico con una trayectoria tremenda que a lo largo del tiempo se ha dedicado a retratar eventos de la vida política de su país y socializarlos desde una mirada crítica.En su carrera, hay documentales y material para televisión, por lo cual, es muy frecuente que tenga una manera de filmar en la cual puede integrar ámbas modalidades para narrar lo que quiere presentar al espectador.
Esto, es lo que sucede con “Bella Addormentata”… Italia se conmovió allá por el 2009 cuando Eluana Englaro, postrada en una cama y en estado de coma desde 1992, agonizaba en horas de áspero debate parlamentario: la eutanasia era discusión nacional. Por un lado, los partidarios de acompañar a un ser amado que sufre en su despedida física, operando sobre él; y por el otro, quienes piensan que esto es un crimen y debe ser penado y perseguido por las autoridades.
Esa discusión es la que Bellochio aborda, con valentía, errores y aciertos. Pero para que entendamos el abanico de emociones que atraviesan a ámbos sectores enfrentados por la ley que se debate, el cineasta propone tres historias centrales (por eso decimos que esta propuesta es semi-coral), que tienen lugar en las horas del acalorado debate por la norma mencionada en ese frío febrero en el que la península debatía con fervor y dolor un tema muy sensible a la naturaleza humana.
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Los personajes presentados, elaboran esa visión del director, desde sus realidades particulares, entrelazadas con lo que a Eluana le sucedía: hay una muchacha que intenta suicidarse (es adicta y está convencida de que va a morir pronto), otra joven cuyo estado vegetativo ha anclado la carrera de su madre (una prestigiosa actriz que sólo se dedica a su cuidado), y la familia de un legislador (básicamente, padre e hija) que tiene que votar y se encuentra dividida entre el deber y el sentir.
El reparto, incluye a la enorme Isabelle Huppert (en una gran composición), Alba Rohrwacher, Toni Servillo, Michele Riondino y Maya Mansa, cada uno, poniendole cuerpo a una historia intensa, movilizante, pero que se presenta un poco extensa, y despareja desde lo actoral (no todos guardan la misma convicción a la hora de la ejecución). “Bella…” transcurre con velocidad, emoción y sobresaltos.
Lo que puede decirse sobre la apreciación que trasluce en la obra como totalidad, es que Bellochio, no tiene posición al respecto (la tiene, entiendase que en su película elige sólo presentar las aristas), en el sentido de que sus personajes representan sectores de análisis de la cuestión de la “muerte digna”, deja que el espectador elija sus propias respuestas.
Propone un recorrido donde el muestreo de emociones golpea una y otra vez, a veces con equilibrio, y otras en un tono estridente, quizás un poco fuera de registro (los actores jóvenes desbalancean ciertas escenas). Pero valioso. Lejos de “Amour” (que también presenta esta temática), más cerca de la cobertura televisiva (y su fibra sensacionalista), lejos de bajar letra, cerca de conectar con lo primario de esos corazones. No te dejes engañar por el tema, “Bella Addormentata” es una cinta muy interesante, que actualiza un debate que nos debemos aquí también, como sociedad. Más allá de sus errores (que los tiene), suma y es un producto que merece ser visto. Muy buena.