Belfast

Crítica de Leonardo M. D’Espósito - Revista Noticias

Esta es de esas películas lustrosas que convocan de inmediato la simpatía. Es en blanco y negro (con un prólogo en colores), es histórica -como comienzan los enfrentamientos entre católicos y protestantes en Irlanda del Norte-, muestra la vida de una familia a la que el conflicto la atraviesa. El punto de vista casi excluyente es el de un niño de nueve años enamorado de una compañera de colegio. No hay manera, con todos estos elementos, de que, incluso con los elementos trágicos que son de rigor, uno no se sienta a gusto mientras la ve. Incluso Brannagh, que no es precisamente un gran cineasta (aunque sí bastante prolífico y un poco dilettante), se da el lujo de jugar con la forma cinematográfica, homenajear el propio séptimo arte, crear momentos que tienen destino de recuerdo. Pero -ay, el “pero” del crítico...- todo resulta demasiado calculado, con un enfoque similar a películas como La esperanza y la gloria, de John Boorman, o incluso El Imperio del Sol, de Spielberg. No es necesariamente algo malo, y la elección de narrar desde un punto de vista infantil permite comprender mejor un contexto complejo. Brannagh, por lo demás, es un preciso director de actores, y se nota en cómo cada personaje dice sus líneas. Quizás sea la película que realmente se lleve el Oscar.