Bárbaro

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Bárbaro (Barbarian, Estados Unidos, 2022) es una película sorprendente. En los primeros minutos abre una intriga con una joven que en medio de una noche de tormenta llega a una casa en Detroit que ha alquilado por Airbnb. Tiene que quedarse allí porque al otro día tiene una entrevista laboral, pero al llegar descubre que un joven está en la casa, diciendo que él también la ha reservado. El barrio parece peligroso y mientras ella decide que hacer, acepta entrar a la casa. Todas las señales de peligro se activan y desactivan en esos minutos de suspenso abrumador. Es solo el principio de muchas de las capas que la película irá desplegando.

Las películas de terror son en su mayoría parecidas entre sí, cada una de ellas dentro de los diferentes subgéneros. Por eso cuando pasan algunos minutos y un largometraje no cae en los lugares comunes y las trampas, la euforia del espectador aumenta rápidamente. Cuánto más cine de terror se ha visto, más se valora una pequeña joya como Bárbaro. ¿El joven que está en la casa es un monstruo? No lo sabemos y esperamos ansiosos el momento en el cuál la película finalmente despliegue su juego. Pero no es solo eso, luego tiene dos movimientos de guión más que renuevan la curiosidad y el interés del espectador.

Pero en el medio, y esto es toque extra, se van desplegando temas de toda clase, conflictos sociales, sexuales, culturales, nunca subrayando nada, simplemente como pinceladas que con muy poco completan las historias de los pocos personajes que forman parte de la trama. Nunca es una bajada de línea, solo más material para que el espectador tenga su cabeza ocupada cuando las cosas finalmente ocurren.

Hasta el último minuto la historia resulta apasionante y no defrauda, porque aunque llega un momento donde dudamos de los caminos que tomará, cuando tiene que ser una película de terror lo es de forma contundente y absoluta. Una maravilla dentro de un año donde no han faltado dos o tres buenas películas del género.