Atómica

Crítica de Jorge Marchisio - Loco x el Cine

Estamos en las semanas previas a la caída del Muro de Berlín, en plena Guerra Fría. A la espía Lorraine Broughton le encargan localizar a otro agente quien portaba una lista con todos los oficiales activos y sus determinadas misiones. Pero todo sale mal y ahora Lorraine deberá buscar ella misma la lista, asociándose con el imprevisible David Percival. Juntos deberán extraer gente que posee importante información, mientras intentan encontrar la famosa lista y descubrir a un doble agente.

Casi al mismo tiempo que su estreno comercial en su país natal, nos llega Atómica (Atomic Blonde en su nombre original), una película que nos prometía acción old school como John Wick, y un apartado visual que a nadie dejaría indiferente. Y podemos estar más que agradecidos en esta ocasión, porque se nos cumplió lo que se nos había prometido.

Ya desde el trailer se presentía una dirección dinámica pero concisa, donde todas la coreografías de peleas o persecución estaban filmadas como debería ser de forma obligatoria, es decir, con planos abiertos para que podamos ver en detalle que está sucediendo, y sin abusar de los cortes de plano para marear al espectador y hacerlo pensar que estamos viendo algo muy dinámico. De hecho, estén atentos para el mejor plano secuencia del año.

Y quien saca mayor provecho a la sobria dirección de David Leitch es Charlize Theron. La sudafricana vuelve a lucirse en un film de acción y demuestra que su talento se presta para cualquier género, logrando que los fans pidamos que le sigan dando roles bad ass. Pero no solo se dedica a repartir piñas y patadas; sino que cuando la trama lo pide, derrocha sensualidad por todos los poros, haciendo de esta espía letal; alguien muy creíble y que seguramente termine en los tops de los mejores personajes vistos en cine este año.

Pero ya que hablamos de trama, este apartado debe ser la pata floja del film. Y no porque no tenga sentido, sino que estamos en una de esas ocasiones donde el guion debe ser correcto y ya, para que el director pueda explotar los otros apartados (algo visto este mismo año con Baby: el aprendiz del crimen). Y por desgracia esto no pasa en Atómica, ya que el guión adaptado por Kurt Johnstad se enreda sin necesidad queriendo sorprender con giros; alargando el desarrollo de la trama y haciendo que por momentos Atómica se sienta un poco densa llegando al tercer acto.

De todas formas la buena distribución de las escenas de acción, acompañadas con una banda sonora que también irá derechito a lo mejor del año (año que tuvimos grandes musicalizaciones como fueron Guardianes de la galaxia Vol. 2 o la ya citada Baby: El aprendiz del crimen).

Atómica es una película de acción, pero lejos esta de pertenecer al grupo de “ver y olvidar”. Grandes actuaciones, una enorme dirección y buenas coreografías de peleas y persecuciones de autos, dan como resultado una de las películas más entretenidas y solidas de la segunda mitad del año. Y recomendamos encarecidamente que la vean en cine.