Argentina, 1985

Crítica de Denise Pieniazek - Puesta en escena

"Restaurar la patria"
Luego de su reciente selección por la Academia de Artes Cinematográficas Argentina para representar al país en los Premios Oscar, Argentina 1985, se estrena en las salas de cine.

Por Denise Pieniazek
Luego de su exitoso estreno en la última Bienal de Venecia, en donde obtuvo dos distinciones –FIPRESCI, SIGNIS- y de ganar el premio del público en el reciente Festival de Cine de San Sebastián, la película Argentina, 1985 se estrena comercialmente en 233 salas de todo el país. Dicho filme, resultado de un arduo proceso de cuatro años, a cargo de la frecuente dupla creativa compuesta por Santiago Mitre y Mariano Llinás (El estudiante, La patota, La cordillera y Pequeña Flor), está inspirado en hechos reales concernientes al juicio a las juntas de la dictadura militar argentina llevado a cabo en 1985, durante el gobierno democrático del presidente Raúl Alfonsín.La narración se centra en la investigación y el accionar de los fiscales Julio César Strassera (Ricardo Darín) y Luis Moreno Ocampo (Peter Lanzani), quienes a pesar de las amenazas y presiones constantes tuvieron la valentía de llevar a cabo semejante tarea.

El relato inicia en 1984, con una Argentina todavía compungida por el terror de estado sembrado por el golpe militar. El experimentado fiscal Strassera es designado junto con un joven fiscal adjunto Moreno Ocampo, para reunir la evidencia contra los nueve líderes de las tres armas que integraron las juntas: Videla, Agosti, Massera, Viola, Graffigna, Lambruschini, Galtieri, Lami Dozo y Anaya. El discurso presenta económicamente a los dos protagonistas -y “héroes”- de esta historia. Strassera es un hombre de principios, formal, que parece ser la conexión, o punto medio, entre dos generaciones diversas, el pasado y el futuro. En cuanto a lo personal, Julio pertenece a la clase media e integra una familia tipo junto con su esposa Silvia (Alejandra Flechner), y sus dos hijos Verónica y Javier. Por otro lado, Moreno Ocampo, como todo joven cree que el cambio es posible, a pesar de que proviene de una familia acomodada, con tradición militar y cristiana. Dicho personaje vendría a ser la “oveja negra” de su familia, por disentir con la instaurada ideología fascista. Se volverá sobre los entornos familiares de ambos personajes más adelante.

Los fiscales junto a un improvisado equipo de jóvenes entusiastas, que representan la ideología de las nuevas generaciones, recorren todo el país en busca de evidencia y posibles testigos. En dicho sentido, también se muestra el gran aporte de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP). A partir de allí, la película puede catalogarse como una construcción tradicional del género denominado como trial movie. Respecto al tribunal -liderado por el personaje interpretado por Carlos Portaluppi- es necesario mencionar que también cuenta con la participación de Alejo García Pintos, quien se volvió célebre por su papel en otra conmovedora película sobre la dictadura militar, La noche de los lápices (1986, Héctor Olivera).

A pesar de lo solemne del tema en cuestión, la película permite el regocijo del espectador a través del uso del sentido del humor, aludiendo acertadamente a ciertos modismos de nuestra cultura popular. En consecuencia, la comicidad funciona como comic relief para distender la tensión del espeso trasfondo político y social. Al respecto, se debe destacar el carisma actoral de Santiago Armas Estevanera, el jovencito que interpreta a Javier, el hijo menor de Strassera, designado por el relato como un “Strasserita”.

En adición, es pertinente destacar la importancia de la familia en la representación. El crítico Claudio España, señaló la importancia del análisis de la “mesa familiar” a lo largo de la historia del cine nacional. En este caso, la mesa familiar de los Strasssera, evidencia el cambio de la tradición, abre paso hacia las nuevas costumbres y a un nuevo modo de ejercer la paternidad desde lo “compinche”. Es decir, que en esa vuelta a la democracia parece que se van desarticulando y transformando ciertas formalidades que dan lugar a nuevos espacios de intimidad y diálogos entre padres e hijos. Strassera y Silvia enseñan a sus hijos a valorar la libertad y la democracia. De modo tal que uno de los valores notables que transmite el filme es la posibilidad de criar a los hijos sin miedo. Por otro lado, también evidencia la aparición del televisor como un elemento que se incorpora a la vida familiar, y con ello el rol de los medios de comunicación.

A contrapelo del humor, la enunciación también recurre a la emoción, y allí tiene un papel crucial el vínculo entre Moreno Ocampo y su madre. Como se ha mencionado anteriormente, Luis discrepa radicalmente con los ideales de su familia, y desea que su madre pueda cambiar de parecer, mientras que Strassera lo considera un esfuerzo en vano. Y aquí se vuelve al hilo emotivo de la narración -porque como es sabido el espectador de cine trabaja por acumulación- y si los fiscales logran persuadir a personas que comparten la ideología de la madre de Moreno Ocampo, todo lo demás parece ser posible.

De igual modo, el clímax emocional del relato -conforme a una de las características propias del trial movie-, se construye en la escena en que el fiscal Strassera expone efusivamente su alegato, el cual está integrado por verdaderos fragmentos del texto original, y cuyo eje central es la historia de la violencia en Argentina. Como resultado, un hombre común, junto a su equipo integrado por personas comunes y corrientes, lograron marcar la bisagra del cambio de paradigma a través de un valor tan universal como la justicia. En adición, el largometraje retrata seres humanos ambiguos que se cuestionan a sí mismos, que poseen miedos y dudas. Por ejemplo, Strassera cree -erróneamente- que la historia no la hicieron “tipos” como él.

En conclusión, Argentina, 1985 mediante una notable ambientación que logra recrear y transmitir el clima de la época, narra entretenidamente uno de los acontecimientos más importantes de la historia argentina. Hecho que merecía ser llevado a la pantalla grande (tanto poética como literalmente) y ser estrenado no sólo a través de una plataforma de streaming, sino también en salas de cine. Qué más democrático que seamos nosotros mismos como argentinos quienes contemos nuestras propias historias, porque la cultura permite conocernos mejor. Por último, se reitera que a partir del 21 de octubre la película podrá verse también en la plataforma de streaming Amazon Prime Video.