Antes

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

Era verano. Días cálidos y soleados. Se disfrutaban junto a la familia y los amigos. No es que no hubiese demasiadas preocupaciones pero éstos no parecían tan graves. Lo importante era pasarla bien. En casa, en algún boliche o estando recostados en la cama con tu novia.
Pero ahora es invierno. Los días son fríos y grises. La casa está casi en ruinas. La familia anda por otro lado. Los amigos se fueron o nos alejamos de ellos.
El film, dirigido por Daniel Gimelberg, es su primer largometraje, ya fue estrenado hace unos años en el Bafici pero con otro corte. El principal cambio es que Luis Alberto Spinetta grabó unos temas originales. Y este cambio es fundamental. Lamentablemente él nunca llegó a ver la peli terminada y al final del film aparecela leyenda "Dedicada a la memoria de Luis Alberto Spinetta".
Con Fito Paez como productor musical, además de canciones de ellos dos suena alguna de Él Mató a un Policía Motorizado. Y es que en la película, la música juega un papel fundamental, pues ésta pasa de la generación del padre del protagonista a la del joven que intentará hacer de estos cassettes (sí, la nostalgia a flor de piel) la banda sonora de su vida.
La película intercala dos tiempos. Este agradable verano que se fue y el invierno que no termina. En el medio algo sucedió, algo hizo que Nacho (Nahuel Viale) se quedara solo en su casa, se alejara un poco del mundo e intentara sobrevivir con unos pocos pesos que hace trabajando y cobrando un sueldo de un negocio que tuvo su padre. Pero mientras aquel verano demostraba tener una vida acomodada, hoy sólo gasta el dinero en drogas, sin poder permitirse si quiera tener una computadora. ¿Los estudios? Sus sueños de ser arquitecto se vieron frustrados por la dificultad de una carrera que requería una atención que él no le podía depositar, en nada ni nadie, ni siquiera en su novia, Ana. "Te equivocás en una fórmula y se te cae el edificio", le dice el profesor tras no poder aprobarlo. Y así es su vida, el edificio que se cayó.
"Antes" es una buena película salvo cuando peca de querer parecerse demasiado al cine "de autor" argentino. Hay momentos innecesarios (cuando ella le susurra, de la nada, al oído "no estamos muertos") y además tiene un uso más frecuente de lo necesario del zoom in, que personalmente es un recurso que no suelo disfrutar si no se lo usa con moderación.
Nahuel Viale, Martín Piroyanski, Nauel Perez Biscayart (probablemente el más interesante de estos personajes secundarios porque, a diferencia del protagonista que parece no saber qué quiere y quién es, éste lo tiene bien en claro), Romina Ricci (que protaogniza una hermosa escena musicalizada diegéticamente por uno de los temas más hermosos y deprimentes de Fito, "Creo"), Alejandra Flechner como su madre y Carlos Portaluppi como el socio de su padre y que va a despertar sospechas a causas del estado paranoico en que cae su protagonista.
"Antes" está contada con esa estructura dividida, y lo hace de manera muy correcta. Mostrando a los dos Nachos, el que fue y el que es, atravesando por diferentes estadíos. Porque Nacho tiene que caer, tocar fondo, y luego correr. Correr hasta caerse sin aire en los brazos de Ana. "Justo que pensaba en vos, nena, caí muerto" canta Spinetta. Pero morir es también renacer. Por eso la película tiene ese final esperanzador, nos salva el amor, y que deja esa agradable sensación.