Antes del estreno

Crítica de Diego Batlle - La Nación

Luego de un par de auspiciosas experiencias de creación grupal (UPA! Una película argentina y Las hermanas L.) y de un no del todo convincente debut individual (Toda la gente sola), Santiago Giralt consigue su mejor film con esta tragicomedia inspirada en Opening Night (1977), el clásico de John Cassavetes.

Como guionista, escritor, director y/o productor, el prolífico y multifacético Giralt parece obsesionado por la trastienda y las miserias de la creación artística (y de los artistas). Aquí se basa en el trabajo de la gran Erica Rivas ("su" Gena Rowlands), bien acompañada por Nahuel Muti y la niña Miranda de la Serna (hija en la vida real de Rivas y Rodrigo de la Serna, quien también tiene una participación especial en el film), para describir los cuatro días previos al estreno de una obra en el Teatro San Martín que constituirá el primer protagónico de ella.

Juana Garner (Rivas), una joven intensa, neurótica y alcohólica, y Román Costa (Muti), un director de cine en pleno bloqueo creativo, comparten un tortuoso fin de semana en una bella casa de campo, pero cada uno parece vivir en su propio mundo, casi incomunicados.

Con unos largos, impecables y fluidos planos-secuencia (gentileza de los directores de fotografía Facundo Pires y Galel Maidana, y de la destreza del camarógrafo Pablo González Galetto), que permiten el despliegue histriónico y la interacción entre los intérpretes, un ya maduro Giralt expone en toda su dimensión y facetas la neurosis, la angustia, la histeria, los celos, la alienación, la esquizofrenia, los excesos y la fragilidad de sus criaturas, que viven entre sus inmensos egos, reproches mutuos y una falta absoluta de contención.

Si bien el film se va agotando un poco durante su segunda mitad, Antes del estreno resulta un triunfo cinematográfico porque combina la capacidad narrativa de Giralt y la ductilidad de Rivas (mejor actriz de la Competencia Argentina del Festival de Mar del Plata 2010 por este trabajo) para un relato simpático, impiadoso y disfrutable a la vez.