Amateur

Crítica de Rolando Gallego - El Espectador Avezado

Uno de los principales aciertos de “Amateur” (2016) es utilizar el cine como posibilidad expresiva y además como vehículo para realizar un homenaje al cine clásico de género, algo que aún no se había hecho localmente.
Sebastián Perillo, cinéfilo y productor de larga data, debuta con este largometraje como director produciendo una de las películas más atrapantes de los últimos tiempos sin temer a nada y jugando con la auto referencia constante.
La trama de “Amateur” es simple, y compleja a la vez, y lo mejor es ir a la sala sin saber nada, y esta crítica intentará no revelar detalles importantes de la misma para potenciar la sorpresa en aquellos que asistan a la sala.
Un editor de TV (Esteban Lamothe), de un canal llamado Aura, aburrido y perdido entre horas y horas de programas esotérico, conoce circunstancialmente a la mujer del dueño del canal (Jazmin Stuart) y se obsesiona con ella.
En medio de su separación, el dueño de la emisora (Alejandro Awada) le consigue un departamento de su propiedad al que asiste y conoce a una extraña portera (Eleonora Wexler) quien formará parte de un extraño triangulo que genera, desde lo sexual, una tensión que no se resuelve rápidamente.
Cuando es presionado para conseguir un material viejo de archivo, decide llevar a su casa uno viejos videotapes y por casualidad encuentra en uno de ellos imágenes de un encuentro sexual entre la misteriosa mujer (Stuart) y un hombre que no es su esposo.
A partir de ahí una búsqueda comenzará, en la que cada uno de los protagonistas intentará salirse con la suya y, principalmente, salir del laberinto en el que cada uno se introdujo sin saber cómo pasó eso.
En el medio una muerte, o varias, y una trama que prioriza las referencias y la nostalgia, desencadenando un ejercicio interesante que es paralelo a la trama, la de reconocer no sólo aquellas notas que claramente se mencionan (“Sangre de Vírgenes”, “Paula contra la mitad más uno”, “Chicos Ricos”) sino aquellas que se van despegando en cada escena.
Jazmín Stuart compone su personaje con la frialdad necesaria para ajustar la trama, y Eleonora Wexler se luce en un papel que juega con “Psicosis”, pero también con varios films que bucean con la convivencia en un edificio.
Mención aparte para Esteban Lamothe, quien sorprende con su anodino personaje, que en medio de su gris rutina y su caos personal termina por enamorarse de la persona equivocada, aunque sea por un instante.
El resto del elenco, acompaña de manera correcta en un film que podría haber hecho agua por varios frentes, pero que termina siendo una de las más frescas propuestas por su homenaje y evocación al Giallo, a Hitchcock, a “Arrebato” y a tantos filmes que sería interminable el listado.