After: Amor infinito

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Tercera película que adapta las novelas de Anna Todd y la confirmación de que ninguna de las películas basadas en esta autora tiene el más mínimo valor cinematográfico. Con un fandom importante, no es raro que se sigan haciendo, pero fuera de ese grupo a nadie le pueden interesar estos largometrajes. Fórmula agotada y agotadora a la que es imposible rescatarle alguna cosa.

Luego de que Christian Vance le revela a Hardin que él es su padre biológico, Hardin regresa a la recepción de la boda de su madre con Tessa, donde la confronta por el engaño. Vance intenta explicarse, pero Hardin sale corriendo con una botella de whisky. Esa noche, Tessa encuentra a Hardin borracho irrumpiendo en la casa de Trish y prendiéndole fuego. Hardin se da cuenta de su error e intenta apagar el fuego, sin éxito. Vance llega saca a escondidas a Hardin en el auto de Tessa cuando llega el departamento de bomberos. Hardin se despierta a la mañana siguiente y Tessa le dice que Vance le dijo a la policía que él mismo había provocado el incendio. Conducen hasta una colina donde tienen sexo.

Ese es el resumen perfecto. Melodrama, sexo, melodrama, romanticismo, sexo, más drama y mucho amor, pero con algo de sexo. Romanticismo erótico con aires de telenovela filmado con estética de videoclip de hace décadas atrás. Cada película es peor que la anterior, pero quien aún sigue aquí, es porque le gustan estos títulos y no hay nada que hacer. La pareja protagónica es directamente desopilante en su calidad actoral decreciente. Los problemas de alcohol de él permiten un récord mundial de actuación mala.