A dos metros de ti

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Stella es una adolescente internada en un hospital a la espera de un trasplante de pulmón. Debe mantenerse alejada de cualquier persona que pueda comprometer su salud y poner en riesgo esa operación. Pero conoce a Will, también internado en el hospital, un joven rebelde que desea cumplir dieciocho años para tomar sus propias decisiones. El romance necesariamente es platónico y a dos metros de distancia, de lo contrario el riesgo de altísimo. Ambos jóvenes, al borde de la muerte, comparten sus días a través de sus teléfonos y sus computadoras, viéndose a cierta distancia, enamorándose.

El melodrama romántico lacrimógeno es un género que ha dado grandes éxitos. Aunque no fue la primera película en el tema, Love Story (1970) marcó un antes y un después. La diferencia es que en aquella época ese tono todavía era aceptable, hoy las películas como A dos metros de ti quedan reducidas a un público adolescente, cultor de esta clase de historias.

Ni el público es un defecto, ni el género tampoco lo es, el problema pasa por una forma torpe de tirar los golpes bajos, sin mucho estilo y con algo de mal gusto. No hay un trabajo de dirección, una forma de filmar que no sea el subrayado permanente a la búsqueda de la lágrima fácil. Con un poco más se podría haber logrado mucho, pero no hay esfuerzo alguno para ser complejo en ningún aspecto del film.