50 sombras negras

Crítica de Rolando Gallego - EscribiendoCine

Sombras que aburren

Es curioso como en algún momento el cine de parodias terminó convirtiéndose en un género en sí mismo, y si Y dónde está el piloto? (Airplane!, 1980) fue una de las primeras que supo emular, dentro de su estructura narrativa, a algún blockbuster popular para generar empatía con el público, fue en ese período cuando el cine de Hollywood comprendió que el nicho para generar este tipo de films estaba sembrado.

50 sombras negras (50 shades of Black, 2015) con Marlon Wayans a la cabeza, es la continuación de una serie de películas que le sirvieron al actor -y director- la posibilidad de consolidar su carrera de intérprete dentro de la comedia burda sin otro interés que generar ingresos en la taquilla y en sus bolsillos. En esta oportunidad será la saga literaria creada por E.L.James, y adaptada recientemente al cine por la directora Sam Taylor-Johnson.

En 50 sombras negras al igual que en Cincuenta sombras de Grey (Fifty Shades of Grey, 2015), una joven, en este caso Hannah (Kali Hawk) caerá en las redes del misterioso Sr. Black (Marlon Wayans) un exitoso empresario con gustos particulares sobre sexo y relaciones con el género opuesto. El trabajo del director y guionista será de sumar, en el medio, bromas y chistes sin gracia, con algún que otro punchline o gag (siempre relacionados a lo escatológico) donde la sonrisa asoma por encima del tedio generalizado de la aburrida propuesta.

El problema de 50 sombras negras es justamente la falta de parodia, y respetar casi literalmente el guión de Cincuenta sombras de Grey. La frescura se pierde y sólo asistimos a una sucesión de chistes sin remate, enfocados en la fealdad de la protagonista, el tamaño del miembro de Black y el de su hermano (Affion Crockett) y en cómo la compañera de cuarto de Hannah la pasa mucho mejor que ella.

50 sombras negras se suma a una larga lista de títulos que sólo intentarán que el incauto que se acerque a las salas y que decide a último momento que ver, elija esta propuesta, que hace de cada chiste un golpe a los buenos momentos que en otras oportunidades Marlon Wayans, nos hizo disfrutar.