4x4

Crítica de Jessica Johanna - Visión del cine

La nueva película dirigida por Mariano Cohn y producida por Andrés Duprat, es un thriller que gira en torno a la problemática de la inseguridad y está protagonizado por Peter Lanzani.
Después de varios planos a puertas y entradas enrejadas, protegidas por alambres o por algún tipo de sistema de seguridad, se lo observa a Ciro (interpretado por Peter Lanzani) pasear por una calle de barrio hasta detenerse en una lujosa camioneta. Como en un día más de tantos, la fuerza y logra entrar sin mucha complicación. Allí adentro se apodera de lo que cree que puede servirle, orina sobre el asiento trasero para demostrar su resentimiento o desprecio hacia la gente que puede ser dueña de esa camioneta, y se dispone a salir. Sin embargo, las puertas quedan trabadas, las ventanas imposibles de abrir, y todo el auto permanece -como descubrirá en esos pocos minutos-, blindado e insonorizado. Y él, incomunicado, porque ni siquiera tiene batería en el celular.

A partir de ese momento, 4×4 se convierte en un thriller sobre un personaje encerrado, en este caso en una camioneta. Allí pasará varios días, aunque pronto descubre que no es casual: el dueño le habla por teléfono y se presenta como una persona cansada de la inseguridad, con una hija que por ese motivo tuvo que irse a vivir afuera, y que decidió tomar el toro por las astas. Como en una especie de Juego del miedo (con menos sangre), Ciro estará a su merced, esperando un poco de solidaridad de parte de aquella voz para que le permita comer algo, o ventilar el vehículo un poco para calmar el calor agobiante que hace ahí adentro.
Lanzani demuestra una vez más ser un actor versátil, capaz de apuntar a diferentes registros. Acá transmite, en esos planos cerrados que pretenden intensificar la sensación de asfixia, la desesperación, impotencia y frustración que siente su personaje.

Como sabemos, en algún momento se saldrá de ese vehículo pero las cosas no serán más sencillas afuera. Dady Brieva interpreta a este médico que decide hacer justicia pro mano propia con este ladrón que el barrio abuchea esperando que lo maten, mientras un desganado Luis Brandoni intenta apaciguar las aguas.

4×4 juega todo el tiempo con mantener la tensión bien arriba, con un trabajo sonoro que acentúa ciertos momentos específicos. No obstante el guion, escrito por la dupla Cohn y Duprat, parte de estereotipos y clichés y no logra construir una trama que no resulte redundante y predecible. Es fácil adivinar cada una de las peripecias a las que se verá expuesto el protagonista desde antes de que sucedan, de hecho la mayoría acontecen en los primeros minutos de película, los más intensos. Después se pierde fuerza e interés.

A nivel técnico estamos ante un film rodado con una mayor prolijidad que películas anteriores como la exitosa El ciudadano ilustre. Por ahí ronda también un guiño que el realizador se hace sí mismo. Por último, la música de Dante Spinetta termina de imprimirle el tono buscado.