Zoolander 2

Crítica de Pedro Squillaci - La Capital

Para los fans de la saga

A 15 años de la primera “Zoolander”, el dúo dinámico de Ben Stiller y Owen Wilson vuelven al ruedo. Con una estructura similar a la película anterior (una sucesión de gags con argumento flojo, ritmo discontinuo y muchos cameos de famosos), la nueva película dirigida por Ben Stiller combina momentos de humor más o menos efectivos en busca de un objetivo inclaudicable: entretener. Como excusa, para considerar su cuota de mensaje políticamente correcto, vale la crítica al glamour del mundo de la moda y a la sociedad de consumo, cada vez más embobada por la tecnología, los medios y las redes sociales. La imagen que abre la película, con Justin Bieber como protagonista, expone en forma satirizada cómo un segundo de fama vale, para algunos, más que la vida misma. Derek Zoolander (Stiller) y Hansel (Wilson) están ya fuera de las pasarelas, y pocos los recuerdan. Hasta que Valentina (Cruz), una policía de Interpol, decide reclutarlos con el fin de atrapar al temible asesino de ídolos pop. Junto a un rol logrado de Penélope Cruz, volverá a escena el villano Jacobim Mugatu (Will Ferrer, desopilante) y con cambios constantes de escenografías y looks se sucederá una vorágine de acción y humor, con un desfile de figuras de Hollywood y del mundo de la moda. Sólo para fans de la saga.