Zombieland: tiro de gracia

Crítica de Leandro Porcelli - Cuatro Bastardos

Zombieland 2: Todavía sirve, todavía sirve…
Sorpresiva secuela que regresa a un universo, que paso con más gloria que pena, gracias al rol de su director en Venom y un mundo post-Deadpool que acepta de otra manera las comedias para adultos.
Diez años después de una primera parte que gustó bastante pero fue de a poco quedando en el olvido, llega una secuela que nadie pedía y cuya existencia solamente puede explicarse con algo cada vez más raro: aquellos que hicieron la original realmente tenían ganas. En 2009 una comedia para adultos que cruce los 100 millones era para celebrar, por lo que en este mundo post-Deadpool no es extraño que los estudios vean con mejores ojos un regreso como este. Qué el director en el medio haya roto lógica y récords de taquilla con Venom también seguro que ayuda.
En un mundo contemporáneo aunque post-apocalíptico, un grupo de jóvenes y Woody Harrelson tratan de sobrevivir lo mejor que puedan a un planeta ya dominado por los zombies. Liderados por Jesse Eisenberg y con un dúo femenino todavía más relegado en esta secuela a un segundo plano. Los personajes de Emma Stone junto a Abigail Breslin (Little Miss Sunshine) tienen importancia en la narrativa, pero nunca disponen del tiempo en pantalla o los recursos que Eisenberg o Harrelson tienen para ser protagonistas. A estas alturas, que una película (comedia especialmente) que no aproveche tener a Stone como protagonista solamente puede explicarse al pensar que decidieron no invertir tanto económicamente en el rol de la actriz en la cinta.
Aunque algún equilibrio se logra con la inclusión de un personaje secundario que termina por tener mucha más presencia que sus otras colegas, interpretado por Zoey Deutch. Actriz que definitivamente está disfrutando de un año revelador gracias a este papel y su rol principal en la serie The Politician de Netflix. Dos personajes muy diferentes que muestran no sólo su versatilidad sino también lo cómoda que se siente actuando en la cornisa de lo que podría haber salido muy, muy mal. Quizás hablar tanto de un nuevo aspecto relativamente menor de la secuela transmita que lo que regresa no lo hace de buena manera, pero no es así. Simplemente vale la pena destacar que lo que pudo haber sido «la Jar-Jar Binks» de esta suerte de franquicia haya quedado tan bien como lo hizo.
Si bien su mundo o personajes no invoca ninguna nostalgia, sigue siendo refrescante a esta altura que una comedia de alto presupuesto para adultos tenga cosas que decir. Dista bastante de tener comentarios sociales, pero su director Ruben Fleischer logra darle una vida y personalidad que pocos proyectos saben tener. Comentarios o perspectivas interesantes para algo tan revisionado una y otra vez como es el género zombie. Además del hecho de que todo su elenco estuvo más que contento de volver. En esta era del streaming a las grandes estrellas nunca les faltan proyectos para realizar, así que es destacable el regreso de varios nominados al Oscar que además (sin dar las performances de sus vidas) están tan bien casteados como para ser la mejor versión de sus personajes. No hace falta casi ningún repaso por lo que fue la anterior cuando tus cuatro protagonistas van como anillo al dedo con sus personajes.
La excusa para una nueva aventura se siente bastante natural, y aunque hay contados desarrollos de la trama que podrían sentirse forzados al ponerse bajo el microscopio, la verdad es que todo fluye de buena manera entre todo el humor y las vísceras. Todos los que regresen a Zombieland esperando más de lo mismo van a estar más que satisfechos, mientras que aquellos con innecesarias expectativas quizás se sientan decepcionados al ver que esta no es El Padrino 2 de las comedias de zombies. Aún si nunca te molestaste en ver la primera, no te va a costar nada disfrutar de esta segunda parte. Es una película que cumple muy bien con las expectativas apropiadas.
Lo peor de la peli es una secuencia de créditos iniciales que se alarga demasiado, pero se compensa con una escena post-créditos para el recuerdo que paga sola el precio de la entrada. En el medio de ese paso en falso de arranque y la excelencia final se encuentra toda la peli.
Con buen timing tras el estreno de la película de Breaking Bad, estos proyectos hacen que más de uno se plantee que tan «necesarios» son algunas películas o series. Por nuestra parte, creemos que si algo puede disfrutarse o denota que aquellos que lo realizaron hicieron lo que realmente querían hacer ya es más que suficiente para justificar su existencia. No es nada fácil hacer una secuela una década después de la original y que se sienta como si apenas hubiesen pasado unos meses; para bien o para mal Zombieland 2 logra exactamente eso. Una agradable sorpresa aún cuando no vaya más allá de eso.