Zombieland: tiro de gracia

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

La continuación de Zombieland es una de las comedias más efectivas que pasaron por la cartelera este año y no defraudará a quienes disfrutaron la primera entrega hace una década.
Una producción que tardó demasiado tiempo en concretarse y aunque inevitablemente perdió la frescura de la original el reencuentro con estos personajes logra ser muy divertido.
Una de las inquietudes que despertaba la película era el hecho que se estrenaba en un momento donde la agenda moralista de corrección política rige los contenidos de la propuestas hollywoodenses.
En este contexto, un personaje fantástico como Tallahassee (Woody Harrelson), que se desempeña con una ideología y conducta que hoy podría resultar ofensiva, tenía grandes chances de ser modificado o por lo menos atenuado.
Afortunadamente el director Richard Fleischer consiguió mantener la integridad artística de la continuación que está en sintonía con el tono humorístico de la original.
Tallahassee sigue siendo el mismo cavernícola de siempre y representa claramente el corazón del film con un Harrelson completamente inspirado.
Zombieland 2 no tiene la ambición de redefinir el género y ni se molesta en hacer algo diferente con los personajes. Es más, la película ofrece más de lo mismo a tal punto que ni siquiera es necesario tener vista la entrega previa.
Sin embargo, dentro del espectáculo que se presenta, el tratamiento del humor y las interacciones de los protagonistas generan un pasatiempo muy entretenido.
La película te hace reír y tiene algunos momentos fantásticos, como los clips que destacan las grandes matanzas de zombis del año.
Dentro de las novedades la gran revelación del reparto la brinda Zoey Deutch, (hija de la actriz Leah Thompson (Volver al futuro), quien sobresale en un rol cómico con un personaje que representa el estereotipo de la clásica Valley Girl californiana.
En lo referido al elenco original, la química entre ellos sigue intacta aunque en esta ocasión Abigail Breslín quedó más desdibujada. Si bien su personaje es el disparador del conflicto a lo largo del film tiene poco para hacer y su participación terminó relegada a un papel más secundario.
Aunque en términos generales el nivel de la comedia es muy bueno, el director Fleischer eleva la experiencia con la adición de la mejor escena pos-créditos del 2019.
Son dos en realidad y vale la pena esperarlas en la butaca porque le dan a la película un cierre desopilante.
Zombieland tal vez no da para extenderse con futuras entregas, en este capítulo queda claro que ya explotaron los personajes todo lo que podían.
Pese a todo, la segunda parte está a la altura de la obra original y se destaca entre las novedades del mes para tener en cuenta.
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